El show electoral-judicial montado alrededor de la causa del Memorándum cumplió ayer con un nuevo capítulo, con la novedad de que uno de los imputados virtualmente se cambió de bando. El supuesto ex espía Alan Bogado entregó documentación que, según él, acredita que hubo una triangulación entre la Argentina, Venezuela e Irán para entregarle al país persa elementos de tecnología nuclear. Bogado, que en anteriores oportunidades mintió burdamente en el expediente, esta vez sostuvo que se hicieron esas transacciones que no fueron percibidas ni por Estados Unidos ni Rusia ni las grandes potencias nucleares que mantienen un estricto control sobre todo lo que tiene que ver con los movimientos de esa tecnología, en especial en Irán. Bogado es el mismo que dijo que participó en las negociaciones con los iraníes en Nueva York y Zurich, pero que Migraciones demostró que la última vez que salió del país fue en 2002. También ayer se presentaron ante el juez Claudio Bonadio el ex dirigente de Quebracho Fernando Esteche y el referente del islamismo chiíta en la Argentina Jorge Yussuf Khalil. Ambos se negaron a declarar pero sostuvieron que de ninguna manera fueron parte de las negociaciones con Irán y que siempre discreparon con la política exterior argentina. “Me enteré del Memorándum por los diarios”, redondeó Khalil.
Bogado fue denunciado por Alberto Nisman como integrante de la SIDE. Sin embargo, la secretaría de Inteligencia, en tiempos de Oscar Parrilli, señaló que no existía ningún vínculo ni registro que indicara que Bogado trabajó para la agencia. En ese momento, Bogado alegó que trabajaba para el otrora poderoso jefe de Operaciones Jaime Stiuso, aunque como agente inorgánico. Lo cierto es que seis meses antes de la denuncia de Nisman, la SIDE lo había denunciado por usurpación, es decir por hacerse pasar por agente.
En la causa por el Memorándum, Nisman transcribe conversaciones telefónicas en las que Bogado se comunicó con otros imputados –en especial con Khalil– vanagloriándose de un enorme poder, señalando que estuvo en las negociaciones con Irán. Todo era falso, según demostró el juez Daniel Rafecas. Las actas de las reuniones con el gobierno persa demuestran que sólo participaron unos pocos funcionarios de la cancillería en Nueva York, Ginebra y Dubai, mientras que Migraciones desenmascaró a Bogado demostrando que sólo salió una vez del país, en 2002, pasando de su Misiones natal a Paraguay.
En su declaración de ayer, Bogado se autoincriminó al decir que fue parte de negociaciones sobre el tema nuclear. Significa que es un imputado que declara contra sí mismo, algo previamente anunciado en algunos diarios y que hace pensar que se alineó con el gobierno actual para denunciar al gobierno anterior.
En cualquier caso, sus afirmaciones parecen poco sólidas:
- Señaló que funcionarios de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) vendieron tecnología a Irán. En concreto, nombró al ex director de la CNEA, Rubén Calabrese.
- En el negocio habrían participado empresarios argentinos.
- Los materiales fueron hacia Venezuela y del país caribeño a Irán.
- Bogado habría entregado documentación sobre sociedades y cuentas en Uruguay a través de las cuales, supuestamente, se concretaron los negocios.
La realidad es que en el Memorándum no hay referencia alguna al tema nuclear y las fuentes cercanas al canciller Timerman recuerdan que hubo un sólo pedido de venta de combustible nuclear a Irán: el pedido lo hizo Estados Unidos, porque le parecía mejor que se le suministrara ese combustible a Teherán, en lugar de que Irán empiece a fabricar su propio combustible. Sin embargo, la ex presidenta Cristina Kirchner ordenó que sólo se respondiera si el pedido norteamericano se formulaba por escrito. Como eso nunca ocurrió, no hubo suministro alguno. Según se sabe, finalmente el combustible lo aportó Rusia.
Por los elementos que hoy están en la causa, Bogado no tenía el menor poder ni habló nunca con un funcionario de relevancia. Menos todavía con los miembros de la Cancillería que estuvieron en los diálogos con Irán.
Por su parte Khalil resolvió a último momento no declarar. Asistido por Fernando Burlando, el referente chiíta dijo que prestaría declaración más adelante. De todas maneras se prestó a un diálogo radial y señaló que “no represento ni representé a Irán. No hay una sola escucha de antes de la firma del Memorandum, cosa de la que me enteré por los diarios. ¿Queríamos acercar partes privadas para el tema comercial? Un montón de veces. ¿Se concretó alguna? No, ninguna”.
Hoy está citado a declarar Luis D’Elía quien públicamente advirtió del peligro de que sea detenido. Lo posibilidad no parece muy cierta ya que no tiene condenas que estén firmes e incluso el juicio por la toma de la comisaría de La Boca todavía no terminó.