El gobierno de Estados Unidos presentó una demanda contra Texas por considerar inconstitucional una ley que criminaliza a los migrantes que entren de manera irregular en ese estado fronterizo con México y permite detenerlos. En diciembre el gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, había promulgado la llamada Ley SB4 que convirtió en delito penal la entrada ilegal a ese estado del sur estadounidense desde un país extranjero y prevé hasta 20 años de cárcel por reincidencia.
En virtud de esta normativa, que supuestamente entraría en vigor en marzo, las autoridades podrían detener a los migrantes sin documentación y los jueces estarían habilitados a expulsarlos. El gobierno federal, que regula la migración y gestiona las fronteras, contraatacó en los tribunales. En un comunicado, el Departamento de Justicia afirmó haber presentado "una demanda contra el estado de Texas para impugnar" la ley con el fin de que se declare la invalidez de la SB4.
"Es claramente inconstitucional", afirmó la fiscal general adjunta, Vanita Gupta. La Constitución impide a los estados "adoptar leyes migratorias que interfieran con el marco promulgado por el Congreso", agregó Gupta. En el pasado la Corte Suprema había confirmado que las decisiones relacionadas con la expulsión de extranjeros del país afectan "a las relaciones exteriores y deben tomarse con una sola voz", recordó el gobierno del demócrata Joe Biden.
Luego de la acción judicial, la Cancillería mexicana indicó en un comunicado que "toma nota de manera favorable" de la iniciativa del gobierno de Biden. México expresó "su rechazo ante la implementación de esta medida antiinmigrante que pretende detener el flujo de personas migrantes, mediante su criminalización, fomentando la separación de familias, discriminación y perfilamiento raciales que atentan contra los derechos humanos".
La crisis migratoria provoca fuertes tensiones entre los republicanos y los demócratas en Estados Unidos, sumidos actualmente en negociaciones arduas en el Congreso, donde los conservadores supeditan el visto bueno a un paquete de ayuda a Ucrania, a un endurecimiento de la política para frenar la migración. El forcejeo político se tensa a medida que se acercan las presidenciales de noviembre de este año.
El expresidente republicano Donald Trump, candidato a rival de Biden en esos comicios, declaró que los migrantes "envenenan la sangre" de Estados Unidos. Tanto Abbott como Trump son partidarios de levantar un muro a lo largo de la frontera con México y de expulsar masivamente a los migrantes.