Si Jorge Macri tenía la esperanza de sacar un compromiso del encuentro con el Gobierno nacional de recibir pronto la coparticipación porteña, seguramente empezó a perderla cuando vio que le servían un austero vaso de agua. Austeridad hasta que duela. El ministro de Economía, Luis Caputo, lo recibió junto a un contingente de funcionarios porteños y a todos les explicó en muchas palabras lo que se podría haber resumido en tres: "No hay plata". Quedaron en que los equipos técnicos trabajarán en ver cómo se puede lograr a futuro hacer las transferencias que fijó la Corte Suprema para la Ciudad. En el comunicado posterior, todos se mostraron muy comprensivos. La Ciudad admitió que es un conflicto que viene de la gestión de Alberto Fernández y que Javier Milei se está desayunando. Y del lado de Caputo, poca promesa: "No desconoció la situación legal". "Se comprometió a interiorizarse en los detalles". Poco y nada.
Como informó este diario, el jefe de Gobierno llegó a este encuentro con dos objetivos de máxima: el primero era que le comiencen a transferir el porcentaje de coparticipación que ya fijó la Corte: 2,95 por ciento, en lugar del 1,4 por ciento actual. El segundo era que le reconocieran la deuda de 350 mil millones de pesos por todo el período entre el fallo y el presente en el que el Gobierno nacional no transfirió esos fondos. No se cumplió ninguno de esos objetivos.
Del lado del Gobierno nacional, ya habían advertido que la respuesta iba a ser que no están los fondos para cumplir con esa sentencia. Pero se especulaba con que Caputo le ofreciera a cambio, por ejemplo, algún tipo de bono para cumplir con la legalidad. La realidad es que no le ofreció ni eso.
En el encuentro, regado con vasos de agua, Caputo señaló que va a estudiar el tema y les dará una respuesta. "Fue una primera reunión", concedieron desde el Gobierno porteño, aunque está claro que esperaban algo más luego de que Milei tuviera las primeras conversaciones sobre el tema con Jorge Macri.
Días antes, estimaban que ya estaba muy avanzada la negociación, aunque con el encuentro con Caputo parece haber vuelto a foja cero. Según el comunicado que difundieron después del encuentro lo máximo a lo que se llegó fue a que "los equipos técnicos de Nación y Ciudad comenzarán a trabajar en conjunto". No es un tema voluntario: hay un fallo que obliga a llegar a una solución, sino la Corte deberá volver a intervenir.
En el comunicado se pueden leer una serie de buenas intenciones por parte del Gobierno porteño, pero casi ningún compromiso, siquiera una promesa de parte de Caputo. Indica que en la reunión trabajaron "sobre la agenda vinculada a la situación económica de la Ciudad de Buenos Aires". Y en particular hablaron sobre "el estado de la coparticipación nacional destinada a la Ciudad, tras el fallo de la Corte Suprema de Justicia".
Sobre la reacción de Caputo, se dice: "Se coincidió en que se trató de una buena primera reunión, en la que el Gobierno Nacional no desconoció la situación legal de la Ciudad. Además, el Ministerio de Economía se comprometió a interiorizarse en los detalles técnicos". Una lectura atenta indica que no hay ningún compromiso de pagar, solo de "interiorizarse en los detalles" que, a esta altura, Caputo conocía de sobra. También se apunta como algo positivo que el Gobierno nacional decidió no abandonar la legalidad.
Un Macri comprensivo
Del lado de la Ciudad, hubo las mejores intenciones: "Destacó la buena voluntad de parte de la Nación y remarcó que se comprende que la actual gestión no fue parte de la discusión previa del reclamo así como la situación económica del país".
A la salida del encuentro, Jorge Macri advirtió que expuso "el derecho que tiene la Ciudad respecto del pago reclamado en la Corte Suprema”. "Nos pidieron empezar a trabajar con los equipos técnicos para comprender mejor la situación. Esperamos que se pueda cumplir con el fallo de la Corte, entendiendo las limitaciones que el Gobierno nacional tiene hoy: las de un país que lo han dejado en una situación muy débil”, aseguró el jefe de Gobierno.
Además de ellos dos, en el encuentro estuvieron el jefe de Gabinete porteño, Néstor Grindetti, el secretario de Asuntos Estratégicos porteño, Guillermo Romero; y el secretario de Hacienda nacional, Carlos Guberman.
Por ahora, en el Gobierno porteño descartaban tener que recurrir nuevamente a la Corte y señalaban que van a seguir avanzando con las negociaciones.