El Gobierno evalúa ampliar los montos para realizar compras en el exterior a través de empresas de couriers que realizan los envíos y entregas en el país. En septiembre de 2022, se había bajado de 3000 a 1000 dólares el monto autorizado para este tipo de compras. Pero actualmente esa medida estaría en revisión y volvería a los montos originales. Como empresas y personas pueden hacer hasta 5 compras por año a través de este mecanismo, el cupo total podría elevarse hasta 15.000 dólares anuales.

Se trata de una estrategia propia de la lógica de seguir desregulando la economía, sin importar el impacto que puede provocar a la producción del mercado interno. Este tipo de compras en el exterior, en la medida que suben los montos, empieza a competir contra productos locales, produce problemas para la industria y genera tensiones en materia de empleo.

La flexibilización del esquema de compras en el exterior también podría impactar sobre la producción al facilitar ciertas importaciones de insumos, por lo menos en baja escala. De todas formas, por el momento las importaciones tradicionales siguen trabadas a pesar del lanzamiento del nuevo régimen SEDI que reemplazó el mecanismo de autorización a través de las SIRA.

El análisis de ampliar los montos habilitados para compras en el exterior se encuentra a cargo de la Secretaría de Comercio, y podría implicar que las cifras autorizadas alcancen los 15.000 dólares, es decir 3 veces más de lo que es posible en la actualidad, luego de las modificaciones anunciadas en septiembre de 2022, con el objetivo de cuidar las reservas internacionales.

El gobierno de Alberto Fernández había restringido estos envíos, afirmando que se usaba esta opción para ingresar mercadería que debía entrar por el régimen general de importaciones. Con el límite de 1000 dólares por compra, la Argentina quedó como uno de los países más restrictivos de la región, junto a Uruguay (200 dólares), Bolivia y Paraguay (1000 dólares) y detrás de Colombia y Perú (2000 dólares), y Brasil y Chile (3000 dólares).

Los cambios que se están evaluando no implican necesariamente la modificación del régimen puerta a puerta a través del Correo Argentino, que se encuentra restringido exclusivamente a personas humanas. Se trata de un sistema que cuenta con una franquicia de 50 dólares que seguirá vigente y tal como está la regulación actual, el sistema también tiene un límite de 3000 dólares, incluyendo el costo del flete y seguro.

En la AFIP mencionan que, sobre este esquema puerta a puerta, la mercadería tiene un límite de 20 kilogramos por paquete. “Deberá ser para uso personal, y su especie y cantidad no deben presumir una finalidad comercial”, aclara el organismo tributario. Agrega que “los primeros 12 envíos gozarán de una franquicia de US$50 cada uno. En caso de que el valor de la compra (costo de la mercadería más seguro, más flete) sea igual o inferior, no deberás abonar tributo alguno. Caso contrario, se pagará un impuesto equivalente al 50% del excedente de la franquicia mencionada. Una vez agotado el cupo franquiciado, se abonará el 50% del total de la compra”.

Los intentos de desregular el ingreso de productos desde el extranjero sin contemplar los posibles efectos en la producción también habían quedado plasmados con el anuncio de la propuesta de ley ómnibus que difundió recientemente el Gobierno en diciembre. Entre las novedades para “desregular la economía” se contemplaron cambios en los controles del equipaje.

En el capítulo primero del título "Reorganización Económica", se incorporaron cambios al decreto de necesidad y urgencia 2753/91, el cual regula el ingreso de bienes del exterior mediante el régimen de equipaje. Se busca que no sea necesario completar formularios para el ingreso de bienes que llegan con el equipaje y que se hayan importado para consumo sin fines comerciales.