Las temperaturas gélidas siguen instaladas en el norte de Europa, con problemas en el tránsito en algunas zonas de Suecia y de Dinamarca y una alerta por frío anómalo en Moscú, mientras que en Inglaterra han tenido que evacuar en las últimas horas a cientos de personas por graves inundaciones.
En el norte de Suecia, en Naimakka (Laponia), se registraron ayer por la tarde -43,8 grados, la temperatura más baja en enero en este país nórdico desde 1999, según el Instituto Meteorológico sueco, cuyo pronóstico es que el frío continúe el fin de semana.
La disminución de las precipitaciones en forma de nieve y del viento reducen el riesgo de problemas en el tránsito, aunque la autopista E22 (sur de Suecia), donde un millar de personas estuvieron atrapadas casi un día y tuvieron que ser rescatadas, permaneció parcialmente cerrada al tráfico hasta las 12.00 gmt.
Además, la gran cantidad de nieve caída en los últimos días y el hielo siguen afectando al tgránsitoen el oeste de Dinamarca, donde en varias zonas la policía desaconseja aún los viajes en coche que no sean imprescindibles. En Oslo y otras zonas de Noruega, donde también se han registrado temperaturas extremas, continúan algunos problemas en el tránsito de automotores por la nieve y el hielo.
Cientos de viviendas han tenido que ser evacuadas en las últimas horas debido a las graves inundaciones que sufren diferentes partes del centro y el sur de Inglaterra, que también han llevado a la cancelación de varias rutas ferroviarias.
A las 13.00 GMT de este viernes permanecían activas 264 alertas de inundación por todo el país, una cifra que bajó respecto a las más de 300 a primera hora de la mañana.
Las crecidas más importantes se produjeron en el río Trent a su paso por la comarca de Nottinghamshire (centro), que alcanzó sus niveles más altos en dos décadas. Según las autoridades del condado, más de un centenar de casas han sido anegadas por las aguas y se teme que la cifra pueda crecer según pase el día, pese a que el nivel del cauce ha comenzado a bajar.
El río alcanzó una altura máxima de 5,35 metros, poco por debajo de su máximo histórico de 5,5 metros registrado en el año 2000.
Según la Agencia Medioambiental, más de un millar de propiedades han sufrido inundaciones como consecuencia del desbordamiento de los ríos y canales del país tras más de una semana de fuertes lluvias y del paso de la tormenta Henk.
Las avenidas también han ocasionado fuertes perturbaciones al transporte por ferrocarril, y la compañía Great Western Railways, que opera en el suroeste del país, ha tenido que cancelar las líneas entre Reading y Taunton y entre Swindon y Bristol.
Se espera que a lo largo del día la presencia de un frente frío ponga fin a las precipitaciones, pero gran parte de las orillas de los ríos se hallan ya tan saturadas que habrá nuevas crecidas.
La Agencia Medioambiental ha lanzado un llamamiento a los vecinos ribereños del río Trent en las Midlands (centro) y Gloucester (oeste), y del río Avon en el suroeste de Inglaterra, a no conducir sus vehículos a través de las zonas anegadas por el agua.
Hasta el momento se han tomado medidas para proteger más de 44.000 propiedades de las crecidas causadas por las lluvias.
La tormenta Henk afectó a gran parte de la Europa del oeste y los países nórdicos a comienzos de esta semana y dejó al menos seis muertos y graves inundaciones en varios países.
Mientras tanto, el Ministerio de Emergencias de Rusia emitió este viernes una alerta de urgencia ante la ola de fríos anómalos en Moscú y la región, que se extenderá hasta el próximo lunes 8 de enero.
"Según los pronósticos de (el servicio meteorológico ruso) Rosguidromet, del 6 al 8 de enero se mantendrá el frío anómalo, con temperaturas medias diarias entre 7 y 15 grados por debajo de la norma climática", señaló la entidad, citada por la agencia estatal rusa TASS.
En vista de ello, Emergencias llamó a la población a no calentar las casas con equipos eléctricos no destinados para estos fines y evitar sobrecargar las líneas eléctricas con uso de calefactores. Además llamó a no dejar estos equipos desatendidos, sobre todo donde hay menores de edad.
Según informó este viernes el meteorólogo ruso Román Vilfand, el pico de bajas temperaturas ya fue superado la víspera y los fríos comenzarán a ceder, manteniéndose entre los 14 y los 23 grados bajo cero.
"El pico de bajas temperaturas ya fue superado y tendremos pequeños cambios, pero no me aventuraría a decir que las temperaturas suben", indicó, al alertar que para las Navidades rusas (7 de enero según el calendario gregoriano) las temperaturas volverán a bajar hasta 24 grados bajo cero en la capital y 27 bajo cero en la región de Moscú.
El frío siberiano se instaló la primera semana del nuevo año en Moscú con temperaturas de más de 25 grados bajo cero, "algo que no se había visto en la capital rusa durante 74 años", según el meteorólogo del Centro Fobos, Mijaíl Leus.
La alerta en el río Aa en el departamento de Pas de Calais del norte de Francia, donde las inundaciones habían obligado a evacuar a varios cientos de personas en los últimos días, ha descendido este viernes del nivel rojo, el más elevado, en el que llevaba desde el martes, al naranja.
El cese de las lluvias desde la pasada noche y a lo largo de la jornada de hoy han permitido este ligero descenso de la alerta, si bien aún existe riesgo y las autoridades hacen un llamamiento a la "prudencia".
La entrada de una masa polar provocará este fin de semana una bajada generalizada de las temperaturas en toda España, que irá acompañada de nieve en zonas montañosas y lluvias en el norte y en la mitad peninsular y Baleares, según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).
Y es que la llegada a partir de hoy viernes de vientos "muy fríos" procedentes del norte harán que las temperaturas bajen de forma importante en todo el territorio, donde se han emitido las primeras alertas de este año por nevadas importantes.