Organizaciones sociales se manifestaron frente al Hotel Libertador, donde está alojado el presidente Javier Milei, para reclamar por la falta de alimentos en los comedores comunitarios. La convocatoria a la denominada "ronda de las ollas vacías" fue realizada por Somos Barrios de Pie y formó parte de una serie de movilizaciones que la agrupación viene realizando con el propósito de que autoridades del ministerio de Capital Humano reciban a los dirigentes sociales, quienes aseguran que el Gobierno Nacional discontinuó la ayuda para los sectores más vulnerables. La protesta y el operativo de seguridad desplegado -que incluyó varios efectivos policiales y el vallado del edificio- retrasaron la salida del jefe de Estado a Casa Rosada para la reunión con su gabinete.

La protesta comenzó a las 10, en la esquina de avenida Córdoba y Maipú. Frente a un Hotel Libertador que amaneció vallado, referentes de comedores de distintas localidades, principalmente del conurbano bonaerense, demostraron su rechazo a las políticas económicas del Gobierno golpeando las ollas vacías, una expresión apenas metafórica de la acuciante situación que se vive día a día en los barrios. "En los barrios populares hay angustia y tristeza en función de las medidas de este gobierno que ya estamos padeciendo. Y a nosotros nos angustia que esas ollas literalmente están vacías. Tuvimos que disminuir la cantidad de días que cocinábamos, antes lo hacíamos de lunes a viernes pero ahora solo podemos hacerlo tres veces a la semana. Si el Gobierno no reacciona vamos a terminar cocinando una vez por semana. No podemos permitirnos como argentinos y militantes que un abuelo que trabajó toda la vida coma una vez por semana", dijo a Página/12 Norma Morales, dirigente nacional de Somos Barrios de Pie y referente de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (Utep).

Los coordinadores de los merenderos, que realizan el esfuerzo diario de alimentar a un promedio de 200 familias, aseguran que las primeras decisiones de la gestión libertaria no hicieron más que empeorar una situación que siempre ha sido difícil. La escalada inflacionaria en artículos de primera necesidad limita la tarea, ya condicionada por el fuerte incremento en la cantidad de personas que asisten a recibir un plato de comida. En el interior, el aumento en las garrafas de gas de las últimas semanas repercutió en con fuerza: "Hoy mis compañeras están cocinando con leña. Nosotros generamos un montón de estrategias para seguir cuidando a nuestra comunidad, de la misma forma lo tiene que hacer este gobierno y no vemos esa actitud", sostuvo Morales. Es que aún con sus bemoles, con retrasos en algunas entregas de alimentos o discusiones acerca del alcance de la prestación, la administración anterior había asumido un compromiso con las organizaciones sociales, que Milei y el ministerio de Capital Humano discontinuaron.

"Alguien se tiene que hacer cargo de las consecuencias del ajuste de este Gobierno. No puede ser que siempre sea nuestro sector el que tiene que resignar cosas", reclamó la dirigente, a quien solo le recibieron un petitorio de reunión con las autoridades nacionales. Hasta ahora no hubo más contactos que con terceras líneas que prometieron ocuparse a futuro del tema, pero que respondieron a la urgencia del reclamo con una fórmula tan original como empática: "No hay plata". La "ronda de ollas vacías" que ya realizaron alrededor de la sede del ministerio en la 9 de julio continuará en otros puntos hasta que el encuentro se concrete. El próximo viernes lo harán en la Quinta de Olivos, donde Milei ya estaría viviendo. Prometen inlcuso manifestarse frente a la casa de los funcionarios en caso de persistir la actitud por parte del Gobierno.

"El aumento criminal de la comida, con un Estado que se corrió del control genera una situación de mucha angustia y una asistencia cada vez más grande a nuestros comedores populares. No tenemos ayuda del Estado, están pensando más en el Excel, en que si se libera todo se acomoda sola la economía y lo que vemos es todo lo contrario. Queremos pedirle al presidente y a la ministra que nos reciban para poder trasladarles esta realidad, nuestros comedores están abiertos para que vayan y vean cómo funcionan. Acá hay mucho esfuerzo de las cocineras y mucho laburo de salir a buscar donaciones para sostener la olla", sostuvo el referente de Somos Barrios de Pie La Plata, Mariano Marini.

Durante la protesta los manifestantes cumplieron estrictamente con el protocolo de seguridad: no se ocuparon las calles ni se vieron menores en las inmediaciones del hotel. Sin embargo, la presencia policial no cesó en ningún momento y los efectivos intercedían por momentos para marcar una línea de contención en el cordón. Sobre la vereda, las cocineras vestidas en sus delantales resistían el agobiante sol del mediodía, agitaban carteles que decían "Basta de ollas vacías", "No al ajuste a los que menos tienen", "El hambre no espera", entre otras consignas.

María, una cocinera del comedor Barrio Santa Marta describía la complejidad del problema: "Se suspendió la merienda en muchos merenderos. Antes tenías 30 chicos y ahora tenés cerca de 150. Y no le podés decir a una criatura 'hoy no hago porque no tengo', pero está pasando eso. Lo que tenemos sale de nuestros bolsillos, de la gente del barrio". Por su parte, Fernanda de un centro comunitario en Avellaneda sostuvo que "vamos a continuar con las rondas hasta que entiendan que donde hay necesidad hay un derecho. No damos abasto en el marco de los recortes, cada vez vienen más familias a los comedores y es insostenible".

Debido a la protesta y al operativo de seguridad, Milei tuvo que retrasar su egreso hacia Casa de Gobierno para reunirse con su gabinete, que habitualmente realiza alrededor de las 8 de la mañana. Aunque ya no se encontraba en la habitación que ocupa desde el 22 de octubre en el hotel propiedad de IRSA -y del cual no existe un registro oficial-, los manifestantes permanecieron hasta el mediodía. Luego realizaron una asamblea para definir los pasos a seguir en el plan de lucha y desconcentraron rápidamente. "Nosotros somos los que realmente ponemos la cara. Pero para poder hacerlo el gobierno nos tiene que dar una mano", arengaba Morales entre la gente. Un momento antes, en la conferencia de prensa matutina, el vocero Manuel Adorni destacó el cumplimiento del protocolo de seguridad y solo se limitó a informar que el petitorio entregado por las organizaciones sociales "será analizado y evaluado".

Informe: Diego Castro Romero