El líder del grupo chiita libanés Hezbollah, Hassan Nasrallah, advirtió este viernes que es inevitable responder a la muerte de hace unos días del "número dos" del brazo político de Hamas, Saleh al Aruri, durante un bombardeo del Ejército israelí en el Líbano.

Durante su segundo discurso en dos días, Nasrallah insistió en que el asesinato de su "hermano y amigo de Hamas no pasará sin respuesta", al tiempo que avisó que se acercan represalias definitivas por el primer ataque israelí en los suburbios capitalinos en casi 17 años. "No guardaremos silencio ante una violación de este nivel, porque eso significaría que todo el Líbano quedaría expuesto. Todas las ciudades, los pueblos, las figuras estarían expuestos", indicó el clérigo chiita.

Además dijo que el objetivo de mantener abierto el frente en la frontera libanesa israelí es presionar al enemigo para que detenga su agresión contra Gaza y considera que en esta guerra no solo está en juego Palestina, sino también Líbano y el resto de la región. "A nuestro pueblo, si, Dios no lo quiera, el enemigo derrota al pueblo de Gaza, vendrá al sur para quebrar su voluntad. Nuestra gente debe estar unida en esta guerra", remarcó. "Estamos ante una oportunidad histórica de liberar lo que queda de nuestra tierra ocupada. La guerra contra Líbano es una elección equivocada y los colonos del norte de Israel serían los primeros en pagar el precio", subrayó.

El martes, Saleh al Arouri murió junto a otros seis miembros de Hamas en un ataque atribuido a Israel contra una oficina del grupo islamista palestino en la capital libanesa, el primero que alcanza Beirut desde el inicio de la escalada entre Israel y Hamas el 7 de octubre. El Ejército israelí no reivindicó el bombardeo, pero fue acusado del mismo por Hamas, Hezbollah y el gobierno libanés, que presentó una demanda formal ante el Consejo de Seguridad de la ONU por el ataque, que describe como "la escalada más peligrosa desde 2006", en referencia a la guerra que estalló ese año entre Israel y Hezbollah.

El crecimiento del conflicto

A punto de cumplirse tres meses desde el inicio del fuego cruzado entre ambos bandos, el ataque contra Al Arouri llevó a varios países a pedir a sus ciudadanos que abandonen el Líbano y generó una nueva ola de contactos diplomáticos para tratar de contener una potencial escalada. Por el momento el frente libanés se mantiene a grandes rasgos dentro de una dimensión que ya hace tiempo que se convirtió en la nueva normalidad.

Desde Nasrallah el grupo chiita disparó fuego de artillería contra un puesto militar del norte de Israel y misiles de alto calibre del tipo Burkan contra un grupo de soldados cerca de otra posición, mientras que un dron israelí hacía su habitual ronda de reconocimiento sobre Beirut.

Israel lanzó nuevos bombardeos contra infraestructura de Hezbollah en el sur de Líbano. "Aviones de la Fuerza Aérea completaron un ataque contra el área de Eita al Shaab y Magdal Zon, en territorio de Líbano", indicó el Ejército. "Varias infraestructuras terroristas de Hezbollah han sido destruidas, así como una posición y una instalación militar en la que operaban terroristas de la organización", detalló.

Desde el comienzo de las hostilidades el pasado 8 de octubre, Hezbollah efectuó más de 670 operaciones contra 48 puestos militares israelíes y 17 asentamientos distintos, según dijo este viernes el líder del grupo armado.