“Los archivos siempre estuvieron vinculados al poder. El poder guarda, esconde, manipula. Si uno va al Archivo General de la Nación, lo más probable es que sobre Avellaneda haya poco, porque hay una idea de Nación, y de lo que le debe importar a la Nación, en la que no hay lugar para un Municipio que, además, está más allá del Riachuelo”. Estas palabras provienen del texto que acompañó la fundación del Archivo Audiovisual Municipal de Avellaneda, en 2020. Lo que comenzó como el proyecto de tesis de su actual coordinadora, Valeria Pedelhez, fue convertido por el intendente Jorge Ferraresi en un monumental archivo, que busca resguardar la memoria audiovisual del municipio, junto a la obra de los artistas militantes Pino Solanas, Leonardo Favio, Coco Blaustein y Liliana Mazzure.
Proteger un patrimonio colectivo
El 19 de septiembre de 2023 Ferraresi anunció el lanzamiento de “Avellaneda Ciudad Audiovisual”, una propuesta que busca consolidar un polo cinematográfico en el municipio y que, entre sus principales ejes, tiene la creación del “Museo Audiovisual de Avellaneda” con su propio archivo. Este nuevo espacio, que estará especialmente acondicionado para la preservación, tendrá principalmente un fin: recibir el acervo compuesto de miles de fotografías, películas y documentos que el municipio comenzó a construir a partir del proyecto que presentó Pedelhez en 2018.
“El formato del Archivo Audiovisual Municipal de Avellaneda es mi tesis de la diplomatura en preservación. Yo soy de Avellaneda y ya estaba colaborando con el Museo Leonardo Favio, con el Consejo de Comunicación. Luego de la diplomatura, armé un proyecto de archivo pensando en la importancia de la preservación en la identidad de Avellaneda y lo presenté al municipio, que lo aceptó de inmediato”, contó la Coordinadora del Archivo sobre el origen de este proyecto que, como primer paso, comenzó a preservar el archivo ya existente del municipio que contenía, entre otras cosas, la obra del cineasta Leonardo Favio donada a Avellaneda en 2017.
Desde su origen, el archivo tuvo el ambicioso proyecto de “ubicar todo el material audiovisual de la Ciudad, en pos de que esos archivos sean la trama material de una narración compartida y de una memoria colectiva: la memoria de los vecinos de Avellaneda”, según se leyó en el texto que presentó el proyecto en 2020, escrito por su coordinadora, el Subsecretario del Consejo de Comunicación Iñaki Echeverría, el Director General de Comunicación Audiovisual Oscar Frenkel y el historiador Javier Trímboli. Así, este espacio dependiente del Consejo de Comunicación municipal comenzó a buscar toda fotografía, película o documento que, de algún modo, narrara un fragmento de la amplia historia de Avellaneda.
Fotografías escolares, imágenes de eventos vecinales o de sucesos históricos, fueron algunos de los documentos que comenzaron a llenar las oficinas que el Archivo Audiovisual convirtió en “depósitos transitorios” para este fin. “Comenzamos con un depósito y ahora tenemos cuatro llenos. Se armó una cosa increíble. Los vecinos comenzaron a traer imágenes y a colaborar para identificar a personas, eventos o describir situaciones. Hay un montón de historias que se van hilando con estas imágenes que son tesoros bellos. Este trabajo nos da muchísima información. Los vecinos nos confían sus fotografías familiares y para nosotros eso es una responsabilidad muy grande. Les enseñamos a cuidar esos tesoros, los capacitamos en conservación, les digitalizamos el material y lo catalogamos juntos. Es un trabajo colectivo increíble”, afirmó Pedelhez, que realiza este trabajo junto a la archivista Melisa Ingas.
Historias de militancia
Recientemente, el Archivo Audiovisual Municipal de Avellaneda definió un nuevo fondo en su archivo, una nueva vertiente dentro de su reconstrucción de la memoria colectiva. En septiembre del 2023, a la obra de Leonardo Favio resguardada por el municipio se incorporó gran parte del patrimonio de Pino Solanas, entregado a Avellaneda por sus familiares para su custodia.
Este nuevo fondo, sin embargo, terminó de definirse con la incorporación del patrimonio de Coco Blaustein y el material de Liliana Mazzure el pasado diciembre. “Las elecciones fueron el domingo, el lunes era feriado y a las ocho de la mañana me estaba llamando la familia de Coco porque querían sacar las cosas del archivo de la memoria para llevarlo a Avellaneda porque les daba incertidumbre lo que podía pasar con él. Lo mismo ocurrió con el material de Liliana Mazzure. Fue algo muy triste, pero nosotros tomamos la responsabilidad con orgullo. En este contexto, dijimos: bueno, tenemos a Pino, a Favio, a Coco y a Mazzure, es el Fondo Militante. Es un nombre que le pusimos recientemente, arbitrariamente, los que trabajamos en el archivo porque el fondo surgió de ese modo”, contó la Coordinadora del Archivo.
Hoy, el Archivo Audiovisual Municipal de Avellaneda cuenta con cinco fondos, compuestos por material propio y externo, que integran archivos vecinales, institucionales, históricos, un registro de toda producción fílmica que a lo largo de la historia narraron a la ciudad y la obra de estos artistas comprometidos con sus ideales. Todo este material, que apenas hace cuatro años se encontraba disperso por la ciudad, espera hoy para trasladarse a su destino definitivo. Además, el equipo del Archivo se encuentra preparando su base de datos abierta para que, según expresaron, “todos puedan consultar este material que es parte de nuestra historia y necesita ser socializado”.