El jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, se reunió este sábado en Turquía con el presidente Recep Tayyip Erdogan y luego viajó a Grecia, donde mantuvo un encuentro con el primer ministro Kyriakos Mitsotakis, en el primer día de su nueva gira por Medio Oriente para hablar de la guerra en la Franja de Gaza, que amenaza con expandirse por la región tras aumentar la tensión entre Israel y Hezbollah.

Encuentro con Erdogan

El Departamento de Estado norteamericano indicó en un comunicado que Blinken le enfatizó a Erdogan la necesidad de evitar que el conflicto se extienda, de aumentar la ayuda humanitaria, reducir las víctimas civiles, garantizar la liberación de rehenes, trabajar por una paz regional duradera y de avanzar hacia la creación de un Estado palestino.

Blinken también pidió la finalización del proceso de adhesión de Suecia a la OTAN, que aún necesita el acuerdo de Turquía y Hungría. En diciembre, la Comisión de Relaciones Exteriores del Parlamento turco aprobó el protocolo de adhesión de este país a la alianza militar, impulsada como respuesta a la invasión de Rusia sobre Ucrania, pero este debe ser aprobado por la mayoría de los diputados para poner fin a una saga de casi 20 meses. Turquía reprocha a Suecia su supuesta permisividad con los activistas kurdos refugiados en su territorio, a los que considera terroristas.

Una parada por Grecia

Luego del encuentro, Blinken viajó a la isla griega de Creta, donde se reunió con el primer ministro, Kyriakos Mitsotakis, con quien también habló de la guerra en Medio Oriente. "Estamos centrados principalmente en evitar la propagación del conflicto en Gaza. Una de las preocupaciones mayores es la frontera entre Israel y Líbano", señaló Blinken tras el encuentro que marcó el fin del primer día de su gira.

"Está claro que Israel no quiere una escalada, pero debe defenderse", afirmó el jefe de la diplomacia estadounidense al aludir a la situación en el norte de Israel, que mantiene el fuego cruzado con el grupo chiita Hezbollah en el Líbano. "Queremos asegurarnos de que los países de la región utilicen los vínculos y relaciones que tienen para asegurarse de que no veamos una escalada", añadió.

La frontera libanesa-israelí

este sábado la tensión entre Israel y Hezbollah recrudeció, en el marco de lo que el grupo chiita denomina como su primera fase de respuesta al asesinato del número dos de Hamas, Saleh al Arouri, en Beirut. El movimiento anunció en un comunicado que cinco de sus combatientes murieron por ataques israelíes. "Israel lanzó continuos ataques contra el sur de Líbano, principalmente contra viviendas y terrenos, mediante ataques aéreos y proyectiles de artillería, incluido proyectiles de fósforo blanco", precisó el escrito.

Hezbollah también reivindicó al menos cinco ataques, entre ellos contra una concentración de soldados de infantería del Ejército israelí en las inmediaciones del cuartel de Honen. Esta ofensiva se suma a los 62 proyectiles que lanzaron horas antes contra uno de los principales centros de inteligencia en el norte de Israel.

Por su parte, el Ejército israelí explicó en un comunicado que respondieron a las acciones desde el Líbano sin víctimas entre sus filas, al tiempo que atacaron dos complejos militares del grupo chiita, que contenían importantes activos de la organización en el sur del país mediterráneo.