La jueza federal de Garantías N° 2, Mariela Alejandra Giménez, hizo lugar a la imputación penal requerida por la fiscalía en contra de Juan Sebastián Albornos por el delito de transporte de estupefacientes en calidad de “organizador”. La imputación se formalizó el 29 de diciembre, pero Albornos está detenido desde el 6 de noviembre, después de que, en estado de ebriedad, cruzara un semáforo en rojo y alta velocidad y atropellara a una pareja de vendedores ambulantes y les provocara heridas graves, al punto que el hombre perdió sus piernas. 

Por ese hecho, el fiscal penal Horacio Córdoba Mazuranic lo imputó en calidad de autor de lesiones gravísimas culposas agravadas por conducción imprudente, negligente y antirreglamentaria, y por haberse dado a la fuga con un nivel de alcoholemia de 1,79 gramos de alcohol en sangre.

En el ámbito federal, en tanto, Albornos fue acusado por su rol de “organizador” de dos hechos de transporte de estupefacientes agravado, por los cuales tres personas ya fueron condenadas a partir de procesos de juicio abreviados, con condenas que van de tres a nueve años de cárcel y el decomiso de dos vehículos.

Al presentar el caso, el fiscal federal Ricardo Toranzos remarcó el rol preponderante de Albornos en la planificación de ambos transportes y su capacidad económica, tanto para obtener grandes cantidades de droga, como para financiar el movimiento del estupefaciente con dinero y la provisión de vehículos.

Según explicó en la audiencia, la investigación se originó el 3 de abril de 2023 a partir de un llamado anónimo a la Delegación Salta de la Policía Federal revelando que un hombre que residía en el barrio 20 de Junio se dedicaba a adquirir droga en el norte provincial y trasladarla a la ciudad de Salta, de donde era distribuida en bocas de expendios locales y también a otros revendedoresa ubicados en Tucumán y Jujuy.

Con esos datos la investigación permitió identificar a este hombre como Albornos, y determinó también que residía en dos domicilios ubicados en el barrio 20 de Junio. Asimismo, se estableció que Albornos tenía varias multas viales, conducía distintos vehículos y en el Facebook subía fotos de rodados de alta gama, y de distintas rutas de viaje cercanas a la frontera. Se determinó que usaba una camioneta Volkswagen Amarok y en una de las casas en la que pernoctaba había varios vehículos, entre ellos un VW Gol y un Fiat Uno.

La vida que llevaba no encajaba con sus ingresos formales, dado que no contaba con trabajo formal. En la misma audiencia Albornos reconoció que no tenía una actividad laboral con la que justificar su vida opulenta y se definió como trabajador “independiente”.

Reincidentes y fugados 

La fiscalía le adjudicó un rol clave en dos hechos de transporte de marihuana. El primero fue descubierto el 26 de abril, en la ruta provincial 47, cerca del dique Cabra Corral, en la localidad de Coronel Moldes, donde la División Fluvial y Lacustre de la Policía de Salta realizaba un control vehicular para prevenir la pesca y caza furtiva.

Los policías detuvieron un auto Fiat Uno idéntico al visto y fotografiado en la casa del acusado. El conductor entregó los papeles del auto, pero se le pidió que permanezca en el lugar porque no llevaba documento de identidad. En esas circunstancias, en el VW Gol que estaba en la casa de Albornos, llegaron dos personas que bajaron y tras conversar con el chofer del Fiat, subieron los tres a ese vehículo y escaparon. 

Pero para entonces los policías ya habían fotografiado a los tres hombres, lo que fue de gran utilidad para la continuidad de la investigación. En el auto que habían dejado descubrieron cajones de manzana con 88 paquetes con 91 kilos de marihuana. 

Mientras tanto, en la presecución los policías encontraron en la misma ruta el Fiat Uno abandonado. Por otros documentos hallados en el vehículo que llevaba la droga se identificó a uno de sus ocupantes como Deivy Cruz Nolasco.

Al día siguiente, fue detenido otro de los que habían huido. En otro control de la misma unidad policial, sobre la ruta nacional 68, en el paraje Viñaco, los policías reconocieron al otro ocupante del VW Gol, que ahora viajaba como acompañante en una motocicleta, sin el casco protector puesto. Fue identificado como Samuel Cruz Coraite, quien a la postre se convirtió en el primero en resolver su situación procesal a través de un acuerdo de juicio abreviado. En septiembre el juez de Revisión Guillermo Elías homologó una condena propuesta por la fiscalía de tres años de prisión condicional por el delito de transporte de estupefaciente, en calidad de partícipe secundario, y ordenó que quedara a disposición de la Dirección Nacional de Migraciones para su expulsión del país, lo que finalmente se concretó.

El segundo cargamento fue secuestrado el 18 de julio, en la ruta 41, a la altura de la localidad de Salta Forestal, en el departamento Anta, en el sur de la provincia. En este caso integrantes de la Policía Rural que realizaban un control vehicular advirtieron que los conductores de un automóvil Chevrolet Onix y de una motocicleta se detuvieron al aver el control y luego giraron en “U” para fugarse. En la persecución los policías encontraron el automóvil abandonado y huellas que indicaban que la fuga había seguido en la moto y hacia el monte. En el auto encontraron cuatro cajones de manzana, con 100 kilos de marihuana.

Al otro día, mientras rastrillaban la zona un puestero informó que vio a dos hombres en una motocicleta que parecía haber sufrido un desperfecto mecánico. Con estos datos dieron con los buscados y resultó que uno de ellos era Cruz Nolasco, que conducía el vehículo con la droga. El otro fue identificado como Sergio Fernando Correa, que  en la moto cumplía el rol de “puntero”.

La fiscalía pudo establecer que Cruz Nolasco tuvo participación en ambos transportes, que conducía el VW Gol y el Chevrolet Onix, los vehículos que llevaban las cargas de droga. También se estableció que condujo el Fiat Uno en el que se fugaron el 26 de abril. Cruz Nolasco y Correa optaron por acordar un juicio abreviado, que se formalizó el 28 de diciembre último ante la jueza Giménez, condenó a Cruz Nolasco a 5 años de prisión y a Correa, a 4 años. Estas penas se incrementaron porque para cuando cometieron estos hechos no habían terminado de purgar sendas condenas por delitos similares.

En el caso de Cruz Nolasco, que estaba prófugo debido a que había incumplido el beneficio de salidas transitorias, tenía una condena de 5 años de prisión dictada en abril de 2021 por el Tribunal Oral Federal N° 2, por lo que fue declarado reincidente y se le unificó la pena en 9 años de prisión.

Correa, en tanto, estaba en el último año de una condena de 6 años, dictada en su por el Tribunal Oral Federal N° 1 en octubre de 2017, por transporte de estupefacientes agravado. Ahora, al ser declarado reincidente, su pena quedó en 8 años y 6 meses de cárcel. Asimismo, se dispuso el decomiso del VW Gol y el Chevrolet Onix.

El dueño 

La fiscalía explicó en la audiencia que con las pruebas reunidas, entre ellas la información obtenida de los teléfonos secuestrados a Cruz Coraita, Cruz Nolasco y Correa, y el propio reconocimiento que hicieron de su participación en los transportes de más de 190 kilos de marihuana, pudo reconstruir el rol de “organizador” de Albornos.

En ambos hechos, fue sindicado como el dueño de la droga, que obtenía de nexos con bagayeros en la frontera en el departamento} Orán. Desde allí, planificaba el traslado a esta ciudad, donde su principal área de distribución era el valle de Lerma.

Cuando la cantidad de droga que movía era mayor también abastecía a revendedores en localidades de las provincias de Tucumán y Jujuy, ya que tenía acceso a una amplia red de bocas de expendio en todo el NOA,a detalló la fiscalía, que afirmó que Albornos no sólo proveyó los dos vehículos utilizados para el transporte, sino que financió a Cruz Nolasco, su principal transportista, con una "importante suma de dinero en dólares".

También utilizaba las dos viviendas como lugares de acopio de la droga. La fiscalía afirmó que se estableció su intervención en ambos hechos. En el primero, fue en una camioneta a rescatar a Cruz Nolasco, Cruz Coraite y Correa. Como se topó con un control de la Policía, que había intensificado su presencia en la zona, tuvo que regresar con dos motocicletas, en las cuales siguieron la fuga, en esas circunstancias es que Cruz Coraite, que no llevaba casco fue reconocido y detenido. En el segundo hecho repitió la misma modalidad de rescate.