"Tenemos una inseguridad tremenda y falta de recurso humano. No hay comisarías. Solamente una subdelegación que pertenece a Orán". El detalle lo brindó el intendente de Aguas Blancas, Carlos Alfredo Martínez. Es el tercer jefe comunal en la jurisdicción municipal, creada en octubre de 2012 mediante la ley 7739, sancionada en la Legislatura salteña y promulgada durante la gestión de Juan Manuel Urtubey.
Martínez excusó de responsabilidades al actual gobernador, Gustavo Sáenz. "Tiene la mejor predisposición", dijo a Salta/12. En la crónica de los problemas que atraviesa el municipio a su cargo, repitió uno que posicionó como el verdadero, porque en su localidad desborda la capacidad de la Policía salteña que atiende los dilemas de convivencia entre vecinos y vecinas de Aguas Blancas.
"Le pido a Nación que urgente venga a evaluar cómo estamos en estos momentos. Siete o seis efectivos de (la Policía de la) Provincia no alcanzan. Hay gente detenida que luego debe ser liberada, y después hacen de todo en el pueblo", mencionó al final aludiendo a los violentos robos nocturnos, que no eran moneda corriente en la localidad.
El intendente se mostró convencido de que esa ola de robos violentos no proviene de vecinos o vecinas del mismo pueblo. "Nos conocemos todos, no son de aquí", aseveró. "Es imposible que se pueda controlar todo", agregó, "pasos (a Bolivia) y tráfico (de mercaderías) con chalanas". Mencionó que se suma el tráfico de drogas que, en el contexto del bagayeo, circula por sendas que se internan en la selva de Aguas Blancas y la ciudad de Bermejo, del lado boliviano.
El municipio pertenece al departamento Orán y se encuentra al final del recorrido por la ruta nacional 50. La vecina Bermejo concentra la principal actividad comercial en la zona, con centros mayoristas y minoristas que atraen como un imán tours de compras desde las ciudades de Salta, San Miguel de Tucumán, San Salvador de Jujuy, Santiago del Estero y Córdoba. Desde esa frontera que puede parecer remota, el intendente Martínez retrató la violencia alrededor del tráfico de mercancías entre Aguas Blancas y Bermejo.
Las declaraciones del jefe comunal persiguieron un solo objetivo: capturar la atención del Ministerio de Seguridad de la Nación, por segunda vez a cargo de Patricia Bullrich. "A nosotros, con Bolivia nos divide un paredón, que es la defensa contra (las crecidas d)el río", detalló el jefe comunal. "Desde ese lugar, a cien metros ya no tiene jurisdicción Provincia". "Ese sector le pertenece a la Policía Federal. Por eso solicitamos más
presencia de Nación", insistió. "No cambió nada durante la gestión de Aníbal Fernandez", agregó luego por el antecesor de Bullrich en la cartera de Seguridad.
Martínez detalló un escenario de combate que nadie ha resuelto. Está compuesto por la playa del río que media entre los dos núcleos urbanos, y complementan espacios de selva degradada que los circundan. Allí un bando pelea,
arrebata o roba, amedrentando o atacando con puntas o armas de fuego, a
quienes cruzan hacia la ciudad de Bermejo por los incontables pasos clandestinos. Lo atraviesan límites
imaginarios, líneas que demarcan responsabilidades administrativas de tres jurisdicciones diferentes. Una corresponde al Estado argentino, otra al Estado Plurinacional de Bolivia, y la tercera, al ser municipal,
depende del gobierno salteño.
"El sector donde se encuentra el límite entre Argentina y Bolivia está
desprotegido por la falta de un convenio para
poder garantizar la seguridad en la playa con el puerto de chalanas",
insistió Martínez. Ese hito o mojón que sirve para orientar por donde pasa la línea que separa los países fue instalado durante la primera presidencia de Evo Morales. Lo recordó el presidente del Concejo Deliberante de Aguas Blancas, Fabián Gutiérrez.
Otra vez Aguas Blancas
Patricia Bullrich viajó a la localidad salteña durante su primera gestión en el área de Seguridad nacional. "En el tiempo Mauricio Macri", rememoró Martínez aludiendo además a la gestión presidencial entre 2015 y 2019, "la ministra viajó a la localidad, pero la gente de Aguas Blancas la rechazó porque quería cortar el bagayeo de una sola vez".
En 2017, en el mismo rol de gestión que ocupa en la actualidad, Bullrich llegó al pueblo fronterizo para presentar, a través de la Administración Federal de Ingresos Públicos, el régimen simplificado de importación para zona de frontera. Fue un acto que compartió con el gobernador de Salta de ese momento, Juan Manuel Urtubey. Las crónicas periodísticas detallaron que tras la presentación, comerciantes dedicados al bagayeo la esperaron a la entrada de la localidad. Se impacientaron, porque la ministra no los recibió, y apedrearon a la comitiva, más precisamente un auto en el que viajaba personal de la AFIP.
Este diario consultó a una de las dos asociaciones de carreros de Aguas Blancas, sobre las lecturas del sector al pedido de la intendencia para que la Nación proporcione más seguridad en la frontera caliente. Juan Cruz, presidente de la Asciación de Carreros de Aguas Blancas, solicitó a la nueva gestión municipal que se dé "mayor participación" las y los carreros porque "seguro tienen mucho que decir para solucionar lo que ocurre". Compartió la misma lectura del jefe comunal: "los que
delinquen vienen de otro lado; son personas de Orán, de Yrigoyen o Pichanal", localidades del mismo departamento salteño. Sin embargo, la posibilidad de que Bullrich vuelva a Aguas Blancas inquieta. "Llegó como si esto fuera Vietnam y se fue porque quince vecinos la persiguieron con piedras", dijo Cruz resumiendo la última visita de la ministra a la localidad fronteriza.
Otras fuentes consultadas por este medio compartieron un rumor recurrente por estos días. Mencionan que el Ministerio de Seguridad de la Nación mandará a alambrar toda la frontera. Desde el puesto de la Gendarmería Nacional en Aguas Blancas respondieron a Salta/12 que "no tenían ninguna novedad al respecto". El área de Seguridad de Nación no respondió a la consulta y el municipio eludió comentarios. Martínez sí dijo en la entrevista que "Cavar zanjas no es la solución", por las últimas medidas del gobierno nacional en otra frontera caliente: Salvador Mazza. "Debemos cobrar un impuesto. Son 350 millones de pesos argentinos en negro los que circulan todos los días", aseveró.
Martínez insistió en su diagnóstico: debido al tránsito incesante de personas y el tráfico de mercaderías, "la capacidad de nuestra policía colapsa, porque no alcanza para abastecer ni la seguridad de los vecinos". "Creció el consumo de drogas entre los jóvenes. No se puede controlar si no tenemos recursos, ni policía, ni salud", agregó. "Hay violencia de género, abusos que no son denunciados, robos, permanentemente. Necesitamos cien gendarmes todos los días como mínimo para controlar el paso de chalanas en un área de 5 a 6 kilómetros". No se cansó de reclamar: "necesitamos más personal, más moviles, y más equipamiento. Intentamos contactarnos con el Ministerio de Seguridad, pero están en transicion. Tenemos planeado viajar la semana que viene para hablar con Bullrich", adelantó Martínez. "No tenemos hospital, tampoco Anses, ni cámaras de seguridad", continuó. "Es llamativo, por la zona de frontera y la entrada al país por el paso de Aguas Blancas".
La mano del Estado
La salud pública fue un tópico que compartieron tanto el intendente y el presidente del Concejo Deliberante, Fabián Gutiérrez. "Un solo centro de salud no alcanza para todos los habitantes de la jurisdicción", dijo Martínez. "Es una localidad que tiene un sistema de salur muy pobre", agregó Gutierrez. "Abarca a otros parajes,
incluso fuera de la jurisdicción. Los turistas también desbordan al único centro de
salud, que es pequeño. Tiene dos medicos clínicos y algunos enfermeros. Necesitamos un hospital", ratificó. "No tenemos sala de parto, derivamos a los pacientes a Orán o
a Salta". La ciudad de Orán se encuentra a 51 kilómetros, mientras que la capital provincial se aleja aún más: casi 322 kilómetros de ruta. "Contamos con una sola ambulancia, nada mas", reclamó el presidente del Concejo comunal. Sin datos por comuna en Salta del Censo 2022, la información la proporcionaron las autoridades muncipales: 5.800 personas habitan dentro de la jurisdicción municipal. De ese total, 3 mil residen en la zona urbana de Aguas Blancas.
El impacto de las medidas nacionales y el DNU 70 del Gobierno nacional lentamente llegan a la frontera salteña con Bolivia. El primer indicador es la velocidad en la que pierde valor el peso argentino frente al boliviano: en la primera semana de enero 1 boliviano equilavía a casi 118 argentinos.
"Está bajando mucho el movimiento comercial. Estos meses fueron festivos, veremos despues de Reyes", completó el panorama Gutiérrez. "El combustible sube y la gente viene de lejos", agregó a las variables. "De 57 tours (de compras) por mes, bajó a 11 en las semanas de diciembre y enero" que corresponden a Navidad y Año Nuevo. El concejal subrayó además que la nueva gestión municipal se encuentra enfocada en ordenar la comuna. "Al municipio recién ahora lo estamos haciendo funcionar como corresponde", una tarea que incluye la creación de normativas específicas orientadas a optimizar la actividad comercial principalmente, subrayó.
"Espero que cuando la ministra (Patricia Bullrich) ponga el foco en nuestra localidad, viaje y se siente con nosotros, las autoridades, los representantes de los distintos sectores que componen la localidad", cerró el jefe comunal César Martínez. "Si bien es informal la actividad que predomina en la zona, es la que permite que la vida en la frontera no genere pobreza y que los hijos de quienes trabajan puedan estudiar y progresar. Todos necesitamos un futuro".