El 3 de diciembre de 1995, en la Bombonera repleta, Racing le ganó a Boca 6 a 4, con un fenomenal actuación del Mago Capria, autor de cuatro goles. Ese mismo dia, nefasto para los hinchas de Boca, Mauricio Macri, cabeza de la fórmula que superó a la que llevaba como candidato a presidente a Antonio Alegre, subió el primer peldaño de su casi increíble escalada hasta la presidencia de la Nación. Aquella tarde, más de diez mil hinchas de Racing que ocuparon la segunda y tercera bandejas del Riachuelo celebraron una victoria inolvidable. Pasaron 21 años exactos y ayer en la Bombonera, otra vez repleta, pero sin hinchas visitantes, hubo una especie de “remake”, pero al revés: Boca le ganó 4 a 2 a Racing, en un partido en el que hubo muchísimas situaciones de gol y en el que bien pudo haberse repetido aquel inusual resultado del ‘95.
Lo ganó Boca por varias razones, pero fundamentalmente porque Gago la volvió a romper, en una actuación superior incluso a la de la semana pasada contra San Lorenzo. Con Gago en este nivel la pelota sale siempre redondita desdes el fondo; Pablo Pérez se siente menos obligado a meter en el medio con el riesgo siempre latente de la expulsión; Bentancur asume su rol de segunda guitarra y mejor; Tevez recibe con más comodidad; Fabra y Peruzzi pueden aparecer por sorpresa con espacios y el equipo todo genera circuitos de toque que entusiasman a los propios y desarman a los rivales. En definitiva, Gago, aunque no tenga gol, juega y hace jugar, como ocurría en otros tiempos con Riquelme.
Como consecuencia casi natural de su dominio territorial y psicológico, el equipo de los Schelotto cerró la prmera etapa con un merecido 2 a 0 (Insúa en contra y Bou) y abrió el segundo tiempo con una nueva conquista (otra vez Bou en una jugada medio de carambola) que dejaba el camino abierto para una goleada de catástrofe que, sin embargo, no se dio.
Cuando el triángulo Romero-Lisandro López-Gustavo Bou entró en escena, cuando el colombiano Guisao comenzó a preocupar por la derecha; cuando los defensores de Boca (Insaurralde en particular) empezaron a desnudar sus falencias, cuando Sara sumó a sus problemas con los pies del primer tiempo sus inseguridades con las manos, Racing se puso a tiro del empate, con dos goles de Lisandro López, el primero casi un minuto después del tercero de Boca.
López concretó su segunda conquista después de un deficiente rebote de Sara, tras un tiro libre de larga distancia de Bou y Racing creyó que el empate era posible, pero Tevez puso las cosas en su lugar, con una jugada individual que incluyó una corrida para buscar una pelota que parecía perdida, un amague, un enganche y el disparo a la red. Tevez debe ocupar el segundo escalón del podio boquense, porque también fue fundametal en la victoria de su equipo. Más entero, más participativo, más confiado para buscar la personal, resolvió por sí solo la cuestión cuando se dio cuenta de que podía complicarse. Después de un gran primer tiempo, parecía cansado desde los 10 minutos del segundo y hasta malogró una oportunidad muy clara, pero apareció en el momento en que más se lo necesitaba.
Boca quedó a dos puntos de Estudiantes y con la autoestima muy alta a una semana del Superclásico, pero sabe que en el arco y en la línea de fondo no le sobra nada.
Estadio: Boca.
Arbitro: Patricio Loustau.
Goles: 23m Insúa (R), en contra, 4m W. Bou (B); 47m W. Bou (B), 49m López (R), 73 López (R), 79m Tevez (B).
Cambios: 44m P. Alvarez (R) por Insúa; 46m Guisao (R) por González, 55m S. Pérez por P. Pérez (B), 77m Barrios por W. Bou (B), 81m L. Martínez por Aued (R), Centurión por Pavón (B).
Claves
- Boca giró en torno de Gago, quien redondeó una gran actuación y mejoró el rendimiento individual de sus compañeros.
- Racing, perdido en el primer tiempo, reaccionó cuando estaba 3 a 0 abajo y se puso 3 a 2, pero Tevez, que también jugó muy bien, marcó el cuarto y puso las cosas en su lugar.
- El partido, muy entretenido, obligó al recuerdo del 6 a 4 de Racing en 1995.