El gobierno de Javier Milei sigue ejerciendo presión para que el Congreso de la Nación apruebe el Decreto de Necesidad y Urgencia con el que LLA pretende modificar más de 300 leyes para desregular la economía y que el Poder Ejecutivo se apropie de facultades que le corresponden al Legislativo.
Este domingo el Presidente expresó que el DNU "va a salir en el Congreso", y advirtió que ellos "no negociarán nada", aunque sí "aceptarán sugerencias para mejorarlo". Milei continuó con sus agravios a los legisladores y, sin dar nombres propios, denunció que "muchos políticos quieren fraccionarlo porque quieren coimear con eso". El mandatario dijo que quienes "se quejan", son "los que pierden beneficios, la casta, los que tienen más acceso a la queja, como los empresarios prebendarios, los políticos, los periodistas que vivían de la pauta", y, por último, los calificó de "idiotas útiles".
“Los que hacen foco sobre las formas son los idiotas útiles. Dada la magnitud del ajuste que proponemos, necesitamos una rápida respuesta de inversión para que el daño sea el menor posible en cuanto pobreza, desocupación. Hoy tenemos más pobres, más inflación y más desocupación que en 2001″, indicó el Presidente en una entrevista que dio a Radio Mitre. Luego aseguró que los funcionarios “se quejan porque queremos terminar con los vicios de la política", y que "el DNU ha sido utilizado dentro del marco democrático por otros gobiernos y está en la Constitución”.
Como si eso fuera poco, el líder de LLA --quien ya confirmó que se muda esta semana a Olivos-- agregó que "Cuando el Congreso se pone a hacer estupideces, pasa la factura: no acompañaron la licitación de bonos, eso hizo que hubiera un pequeño salto en el dólar. Pero les digo: ellos son los responsables”, y remarcó que "si el índice de inflación de diciembre es del 30 por ciento sería un numerazo y hay que sacar a pasear en andas al ministro de Economía, Luis Caputo".
Presión al Congreso
El ministro del Interior, Guillermo Francos, luego de los rumores que corrieron la semana pasada en los que se consignaba que podía abandonar el gobierno por rispideces que tenía con el Presidente y con el ala más "dura" del oficialismo, salió este domingo a realizar declaraciones en línea con las de Milei. El objetivo de ambos fue seguir presionando al Congreso. “No tenemos tiempo, si nos ponemos a discutir una ley que nos lleve todo el año, no entra un peso más a la Argentina, no invierte nadie, y tenemos necesidad de inversiones, sino se para todo”, dijo en diálogo radial.
Francos, sin embargo, fue más allá de Milei cuando declaró sobre el paro que la CGT convocó para el 24 de enero. El presidente evitó criticarlo y remarcó que "es parte de la lógica del sistema y la Constitución avala la huelga", pero el ministro del Interior disparó: “Esta es la oportunidad de cambio, dejen gobernar al presidente Milei, que ha ganado legítimamente una elección. Todavía no cumplió un mes en el gobierno y ya tiene un paro, y quieren demorarle una ley”. También aclaró que desde el gobierno "están haciendo un esfuerzo", por tener la ley con media sanción antes de que termine enero.
Sobre el rumor de la pelea entre Francos y Milei, el presidente salió a aclarar que "viajé con Francos a Santa Cruz y la Antártida y con él empecé a dar mis primeros pasos en la política. Los que están alentando esas internas es una estupidez". En esa línea, aclaró que "para hacer un equipo ofensivo, hay que tener delanteros y defensores, se tiene que generar un equilibrio", y que "los que hacen este tipo de críticas tienen menos calle que Venecia".
A las críticas a la oposición y a las presiones para que el DNU avance en el Congreso, se sumó el procurador del Tesoro de la Nación Rodolfo Barra. Luego de que la semana pasada el decreto sea judicializado y suspendido su capítulo laboral, indicó que "no creo que la necesidad y urgencia tenga que ser valorada por los jueces. La urgencia puede ir por distintos caminos. Hasta puede haber una urgencia política. Un presidente con minorías en el Congreso no puede presentar leyes. O, por ejemplo, si tiene mayoría y le rechazan sus proyectos desde sus propios bloques ¿qué hace? ¿no gobierna?", dijo en una entrevista. También aclaró que "si el Congreso se siente ofendido por el DNU 70/2023 puede anularlo o echar al jefe de Gabinete (Nicolás Posse) sin causa, entre otras prerrogativas".
Más allá de la suspensión que la Justicia impuso para el capítulo laboral, el DNU cuenta también con decenas de pedidos de amparo de distintos sectores de la sociedad que se vieron o se verán perjudicados por cada uno de los apartados de la norma. El gobierno, en tanto, ya anunció que apelará a la decisión de la Cámara Nacional del Trabajo para restablecer la vigencia completa del texto.
Además de las malas noticias que el gobierno tuvo la semana pasada en el ámbito judicial, también se sumaron los problemas que tuvo la vicepresidenta Victoria Villarruel en el Senado en su intento de aprobar la primera reforma del gobierno libertario que está incluida en la "ley Ómnibus". Villarruel no consiguió los votos necesarios para aprobar la implementación de la boleta única de papel por la negativa de senadores de los bloques provinciales.
Si bien no se sabe con certeza qué harán los bloques provinciales en la votación de la Ley Ómnibus o en la del DNU, este domingo Miguel Ángel Pichetto, presidente del bloque Hacemos Coalición Federal, que unifica en la Cámara de Diputados a Hacemos por Nuestro País, la Coalición Cívica (ARI) y Cambio Federal, salió a decir que "hay predisposición y buena voluntad", para acompañar el DNU. El diputado agregó que "es bastante difícil que el DNU pueda ser rechazado", aunque pidió que el Gobierno nacional "no agreda al Congreso", tras los dichos de Milei en los que trató a la oposición como "idiotas útiles".