Los dólares financieros continúan escalando y muestran el principio de una corrida producto de la incertidumbre que genera la política económica. El contado con liquidación subió 5,4 por ciento este lunes y registró un nuevo récord de 1201,55 pesos. En ocho días del mes acumula un alza de 24 por ciento. Las inversiones en moneda local empezaron a ser cada vez menos atractivas debido a que tienen rendimientos negativos y van en aumento los inversores que prefieren dolarizarse a modo de cobertura.
Los problemas de credibilidad que genera el gobierno también se observan en el precio de los activos bursátiles como los bonos soberanos. Al inicio de esta semana, los títulos en moneda extranjera terminaron todos en rojos, y algunos llegaron a perder casi 4 por ciento en la jornada. Durante enero hay bonos que ya marcan una baja de casi 10 por ciento, y el riesgo país que elabora JP Morgan volvió a incrementarse a casi 2050 puntos.
Las acciones de la bolsa porteña marcaron subas en pesos de 4,7 por ciento, pero fue debido a la suba de los dólares financieros. Es decir, un aumento que estuvo vinculado al tipo de cambio. En Wall Street hace varios días que las empresas argentinas no consiguen sostener la estabilidad de precios y se vienen acumulando caídas de hasta 13 por ciento en el mes.
Uno de los problemas que genera incertidumbre es que los inversores consideran que la masa de pesos que existe en el mercado se destinará cada vez más a la compra de dólares financieros porque prácticamente no existen otros mecanismos de proteger las tenencias.
Los bonos ajustados por inflación ofrecen rendimientos negativos (subieron muy por encima de la paridad adelantándose al salto inflacionario del verano). A su vez, las inversiones a plazo en pesos tienen retornos que se encuentran debajo de la suba de los precios. Con lo cual, el principal canal de refugio para el inversor termina siendo la compra de dólares financieros.
Son muchos los pesos que circulan en el mercado, y el gobierno falló en la absorción a través de esquemas financieros como el Bopreal para los importadores. Uno de los puntos que se encuentra ahora en negociación es un megacanje de bonos del Tesoro en moneda local, con el objetivo de estirar todos los vencimientos de 2024 para el próximo año. Las señales de inestabilidad también comenzaron a impactar sobre los precios de los bonos CER, que este lunes llegaron a perder hasta casi 7 por ciento.
Por el momento, el gobierno no puede ofrecer señales de tranquilidad para los inversores en materia de disponibilidad de divisas. El acuerdo con el Fondo Monetario Internacional sigue en negociaciones. Se demora la resolución y tiene efectos catalizadores sobre la incertidumbre local. Las reservas se encuentran en niveles muy bajos y el ingreso de dólares se hace difuso.
Mientras se complica el panorama cambiario, el Banco Central sigue lanzando medidas que tienen impacto sobre el consumo. Durante este lunes se publicaron las nuevas tasas de interés que pueden cargarse sobre los préstamos con tarjetas. Se informó que la nueva cifra ascenderá al 140,86 por ciento promedio mensual ponderado por monto y en porcentaje nominal anual.
La tasa no podrá superar en más del 25 por ciento el guarismo promedio del sistema financiero para las operaciones de préstamos personales sin garantía real. "El valor de la tasa de interés del sistema financiero para operaciones de préstamos personales sin garantía real que se menciona en las normas sobre 'Tasas de interés en las operaciones de crédito', correspondiente a la información de diciembre 2023, será aplicable para las operaciones del ciclo de facturación de enero 2024", aclaró la entidad.