“Vamos a seguir adelante contra los que cometen delitos. No nos van a amedrentar”, ratificó el gobernador Maximiliano Pullaro, tras recibir una nueva intimidación contra su familia. La nota amenazante, según se indicó, llegó a la oficina de Migraciones, de Italia y Urquiza. El mandatario lo confirmó durante un recorrido que realizó ayer por la mañana en el Registro Civil de Rosario -que vuelve a abrir luego de las obras de refacción realizadas (ver aparte)-. Al llegar a las oficinas de Salta al 2700, Pullaro indicó que personal del Ministerio de Seguridad le informó sobre la nota intimidatoria, que según se indicó fue hallada debajo de la puerta de la dirección de Migraciones. El nuevo hecho fue relacionado con las medidas tomadas desde el inicio de la gestión de gobierno provincial, en relación a la seguridad.

“Hay un Estado determinado en perseguir a la violencia y al crimen organizado. Los violentos la van a pasar cada vez peor”, aseguró Pullaro, en respuesta a la nueva intimidación. Y remarcó que "lo que más les molesta es la decisión de mantener a los delincuentes en pabellones de alto perfil”, en relación a las medidas carcelarias tomadas en las últimas semanas, que generó reacciones violentas desde el primer día.

En ese contexto, Pullaro ratificó la postura en relación al “rumbo de seguir peleando contra la delincuencia en la ciudad de Rosario y en la provincia de Santa Fe”, y recordó que no es la primera vez que recibe amendrentamientos. “Lamentablemente, ya estoy casi acostumbrado desde que comenzó nuestra gestión”, dijo el mandatario, quien reafirmó la decisión de “seguir por el mismo camino”.

El gobernador prefirió no dar mayores detalles sobre el contenido de la amenaza que llegó a la oficina de Migraciones, aunque deslizó: “Es contra mi familia y es algo subjetivo sobre la donación de órganos. Es muy feo". Y volvió a decir: "Lo ratifico: vamos a seguir adelante, no nos van a amedrentar. Vamos a seguir trabajando. El Ministerio de Seguridad está muy compacto, muy sólido”, aseguró Pullaro.

Al mismo tiempo, recordó que “el fin de semana también se intentó amenazar al ministro (de Seguridad, Pablo) Cococcioni con una bomba molotov que se tiró sobre un colectivo que estaba circulando en la ciudad”, dijo en relación al hecho cometido en Rondeau al 300 contra una unidad de la línea 143, por el que fueron detenidos dos adolescentes y un joven de 18 años.

Con todo, planteó que "el Estado está funcionando, no solo la Policía, que está saliendo a la calle, que está haciendo identificaciones". "Sigo personalmente el secuestro de armas de fuego en la ciudad de Rosario, y es muy importante”, aseguró.

En ese sentido, sumó: “Tenemos que seguir ordenando la Policía de la Provincia, tenemos que seguir articulando con la Justicia, y vamos a trabajar fuertemente para bajar los niveles de violencia en la ciudad, y los violentos van a saber que cada vez la van a pasar peor, porque acá no solo hay un gobierno, hay un Estado que tiene la determinación de perseguir a la violencia y al crimen organizado”, concluyó.

El hecho se suma a otros cometidos desde que comenzó la gestión, en diciembre pasado, cuando se tomaron las primeras medidas en materia de seguridad, que tuvieron repercusiones: en menos de 24 horas se registraron tres atentados a edificios de la ciudad y en dos ellos dejaron mensajes amenazantes contra Pullaro. El primero fue contra una sucursal bancaria de zona sur, a la que horas después le siguieron disparos contra la fachada del Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca), y una balacera contra una escuela de zona oeste, donde se encontraron 16 vainas servidas. Los hechos fueron asociados a los cambios en las cárceles, como las condiciones de alojamiento y reubicación de los presos de alto perfil, además del traslado de detenidos que se encontraban en comisarías, hacia unidades penitenciarias, con el objetivo de contar con más agentes para tareas de patrullaje. 

Días atrás, el mandatario admitió que sacó a su familia de la ciudad por un tiempo, en el marco de las amenazas recibidas.