Oriundo de Mar del Plata, hace veinticinco años que el teatrista Manuel Santos Iñurrieta desarrolla sus actividades en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, pero regresando frecuentemente a la localidad bonaerense en búsqueda de nuevas temáticas y argumentos. El próximo jueves se estrenará en Mar del Plata “Genealogía y Épica para un Circo Futuro”, una obra escrita y dirigida por Santos Iñurrieta que nace inspirada en la lucha cultural del circo La Audacia de la ciudad costera. Llevada a escena por “Los Internacionales Teatro Ensamble”, el grupo independiente que lidera Santos Iñurrieta desde 2015, está protagonizada por Mario Carneglia, Guillermina Miravé y Facundo Mosquera, con la voz en off de Claudio Gallardou. La obra tendrá un doble estreno: primero, en el circo La Audacia de Mar del Plata a las 21 horas y, luego, el jueves 18 a las 22 horas, en el Espacio Teatral Cuatro Elementos de la misma ciudad, donde permanecerá hasta fines de febrero.

-- ¿Cómo nace “Genealogía y Épica para un Circo Futuro” ?

-- Nace antes de la pandemia en un encuentro con Facundo Mosquera, director del circo La Audacia. Yo estaba acá, ensayando una obra que se hizo con un elenco marplatense, y me crucé con él cuando la carpa del circo estaba en el Faro. Ahí hablamos de armar algo juntos y empezamos a trabajar a distancia. Él me contaba historias del circo y yo armaba la dramaturgia. Después, el elenco comenzó a viajar a Buenos Aires y yo, a Mar del Plata. Así surgió, del deseo de trabajar con un amigo y del deseo de adentrarse en los circos, que tanto tienen que ver con la historia de la cultura y del teatro nacional.

-- De distintas formas, el circo y los payasos ya estuvieron presentes en tus obras, ¿qué ves ahí?

-- Si bien soy dramaturgo y director, primero soy actor. Siempre pienso en la dirección y en la actuación desde ese lugar. Cuando uno piensa en el actor nacional debe retrotraerse a la carpa. Venimos del picadero, de la familia que hacía Juan Moreira como piedra fundamental del teatro nacional. Si pudiéramos hacer una antropología de los gestos, reconoceríamos en nuestra actuación moderna muchos gestos del payaso. Con mi grupo trabajamos desde ese enfoque. Además, tenemos un vínculo muy estrecho con un amigo que invitamos a participar que es Claudio Gallardou, un gran director, actor y payaso. Me parece que eso también nos empujó a pensar en hacer esta obra.

-- Si bien el circo está en los orígenes, me parece que en tus obras habilita una dimensión popular que el teatro independiente porteño, donde construiste tu carrera, no tiene tan marcada. ¿Esto es así?

-- A veces, cuando el teatro empieza a desarrollar técnicas actorales se cierra sobre sí mismo. Podemos reconocer las técnicas actorales que vienen de Europa, por ejemplo. Para los artistas que trabajamos en el desarrollo de una poética es una tarea necesaria y permanente aprender que hay un sujeto al cual nos vamos a dirigir y con el cual terminamos de componer nuestra obra. Cuando nosotros perdemos de vista al público, cortamos la comunicación. Ahí sucede esto que vos estás planteando y que comparto. Para nosotros es importante ir en busca del público, del encuentro social, abrir las puertas de los teatros y entrar en contacto con la sociedad.

-- Las obras que trabajan con Los Internacionales Ensamble suelen tomar hechos reales como pies narrativos para la ficción, ¿es el caso de este proyecto?

-- Sí, tiene que ver con un territorio que es el del circo La Audacia. Hay momentos en la obra donde se habla puntualmente de este circo y de su suerte en la ciudad de Mar del Plata, de cómo desplegó su trabajo venciendo enormes dificultades. Este espacio logró atravesar la pandemia y toda una serie de políticas culturales de la ciudad… Toda esa vida de circo forma parte de la obra. En la idea de “genealogía” hay un proyecto de reconocer de dónde venimos, dónde estamos y hacia dónde vamos. Sin entrar en el terreno de lo panfletario, me interesa no perder de vista que estamos haciendo esta obra en circunstancias concretas, en un contexto donde se avecina un apagón cultural enorme, brutal, y donde todos los sectores de la cultura están en pie de lucha. No podemos ocultar esos elementos del presente.

-- Si bien las obras de Los Internacionales suelen tocar temas difíciles, crudos, no son obras oscuras, ¿por qué eligen este enfoque?

-- Sí, suelen ser historias crueles, pero hay una construcción afectiva y un horizonte puesto en la utopía. Somos humanistas y pensamos en la transformación de todo esto. Incluso en las historias más crueles vamos con esa fe al encuentro de las cosas. No nos gustan las distopías, no militamos eso. En nuestro teatro militamos la transformación y las mejoras sociales y colectivas. Partimos de Brecht para pensar nuestra épica. Tomamos algunos elementos formales, pero después hacemos teatro en Argentina, en Buenos Aires, en Mar del Plata. Pensamos en un teatro nacional en su forma e internacional en su contenido. Por eso, también, siempre está presente el diálogo afectivo y emotivo con el espectador.

-- La primera puesta de Los Internacionales fue “La competencia” en Mar del Plata en 2017, ¿por qué esta ciudad es un espacio recurrente en tu carrera?

-- Hice, e hicimos, muchas cosas en la ciudad. Primero, yo nací en Mar del Plata y estudié en la Escuela de Teatro de Mar del Plata. Pero desde hace veinticinco años vivo en Buenos Aires. Creo que, como decíamos, hay que ir al encuentro de los públicos. El teatro nacional es enorme y fabuloso a lo largo y ancho del país. Mar del Plata tiene una producción teatral maravillosa. Hay unos artistas increíbles que provocan deseo de venir a compartir y construir. Pasa lo mismo en Bahía Blanca, donde vamos mucho. Me parece que está bueno expandirse para conocer las experiencias teatrales que hay alrededor. Los Internacionales ensaya en el Centro Cultural de la Cooperación, donde yo trabajo, y en Parque Patricios tuvimos durante mucho tiempo una sala. Para nosotros es muy importante recorrer el país. Eso nutre nuestros trabajos.

-- Este jueves estrenan en La Audacia y luego siguen en el Espacio Teatral Cuatro Elementos ¿por qué este doble estreno?

-- Se conecta con la obra, con su argumento. En ella hay una compañía que resiste, la carpa se levanta, se muda, se cambia de lugar, se baja, vuelve a levantarse, a mudarse. Esa es la historia inmediata de La Audacia. Mientras estábamos ensayando la obra, la carpa no tenía destino. En estos últimos meses pudo conseguir un lugar. A mí me pareció que era necesario hacer un estreno ahí porque es como un cierre de ciclo. Las cosas que atravesó la carpa fueron dramáticas. En la pandemia tuvieron algunos acontecimientos trágicos. Un compañero de la tropa del circo no pudo resolver su vida y terminó de la peor manera. Esa tragedia abonó la necesidad de hacer la obra y estrenarla en el circo.