La primera ministra francesa, Élisabeth Borne, presentó este lunes su renuncia al presidente Emmanuel Macron, en plenos rumores sobre una remodelación en profundidad del gobierno para impulsar el segundo mandato del dirigente centrista.
"Señora primera ministra, querida Élisabeth Borne, su trabajo al servicio de nuestra nación ha sido ejemplar cada día (...) Gracias de todo corazón", escribió Macron en la red social X, tras aceptar su dimisión.
El nombre de su sucesor se conocerá el martes por la mañana, precisó la presidencia francesa. El actual ministro de Educación, Gabriel Attal, de 34 años, figura como favorito para sucederla, según fuentes próximas al ejecutivo.
El futuro inquilino de Matignon, sede del jefe de gobierno, deberá impulsar el "rearme industrial, económico, europeo" y también "cívico", que el presidente francés prometió el 31 de diciembre para la continuidad de su segundo mandato hasta 2027.
Borne, una funcionaria tecnócrata, se convirtió en mayo de 2022 en la segunda mujer en encabezar el gobierno de Francia como primera ministra, después que Macron fuera reelegido tras vencer en el balotaje a la ultraderechista Marine Le Pen.
Pero sus 20 meses como jefa de un gobierno sin mayoría absoluta en el Parlamento estuvieron marcados por la elevada tensión política, como durante la reforma de las pensiones impuesta por decreto, y un episodio de disturbios urbanos a mediados de 2023.
Sin embargo, la aprobación en diciembre de una reforma migratoria, que el gobierno endureció para obtener el apoyo de la derecha, dividió al oficialismo, máxime cuando la extrema derecha celebró la "victoria ideológica" de la nueva ley.
En su carta de dimisión, consultada por la AFP, Borne, de 62 años y quien logró sobrevivir a unas treinta mociones de censura en casi dos años, estimó "más necesario que nunca seguir con las reformas".
Elecciones europeas y Juegos Olímpicos
La elección de su sucesor se anuncia crucial para intentar mantener el frágil equilibrio de la alianza centrista de Macron, con diputados incluso de centro-izquierda, en un contexto de opinión pública cada vez más derechizada.
Attal, que se unió a las filas de Macron tras dejar el Partido Socialista, se ha forjado una imagen de firmeza como ministro de Educación con medidas como la prohibición de la abaya -prenda que usan las mujeres musulmanas- en la escuela.
Las elecciones al Parlamento Europeo de junio de 2024 servirán de termómetro sobre la remodelación. El partido de Le Pen lidera los sondeos con un 27% de votos, seguido por la formación de Macron (19%), según una encuesta de Opinionway a mediados de diciembre.
De ser nombrado, Attal se convertiría en el primer ministro más joven de la república francesa y en el primero abiertamente homosexual, y tendría como retos frenar a la extrema derecha y la gestión del gobierno durante los Juegos Olímpicos de París.
Según un sondeo reciente, un tercio de los franceses reclamaba su ascenso. "Es popular, joven y alguien a quien Macron creó por completo", indicó una ministra, que pidió el anonimato.