“Entre esos tipos y yo hay algo personal”, Joan Manuel Serrat en "Algo personal"
El ataque contra el pueblo, del gobierno que, aparentemente, dirige Javier Milei, aunque lo cierto es que el poder económico nacional e internacional lo preparó y lo maneja como una marioneta dócil y atolondrada, es tal vez el más feroz de nuestra historia reciente.
Por eso pusieron a Bullrich, que no tiene escrúpulo alguno, al frente de una represión solo comparable a la de última dictadura cívico-militar, porque esperan la reacción de los oprimidos ante la violenta envergadura de las medidas depredadoras que proponen los que mandan.
No solo están destinadas, esas medidas, a favorecer descaradamente a la clase dominante y, por lo tanto, aplastar a la ya largamente perjudicada clase obrera, sino que también ponen al país mismo en venta.
Lo hacen efectivamente con tanto descaro y urgencia que no por esperado deja de llamar la atención.
Es verdad también que entre los avances absurdos de ciertas intenciones, y los retrocesos apresurados cuando son objetadas hasta por la derecha que los apoyan, entre las contradicciones de lo que dicen, hacen y vuelven a decir para dejar de hacer, manifiestan una torpeza tan evidente y hasta ridícula, que a pesar de la tragedia, dan risa.
Improvisan, sí. Por la prisa que tienen en aplicar las recetas y fórmulas liberales elaboradas en otro siglo y para situaciones muy diferentes a la de Argentina actual, en su condición de país capitalista dependiente. Pero nunca se equivocan de blanco, saben a dónde apuntan.
Son como monos con una ametralladora, pero monos manipulados y conducidos para que no se desvíen de la ruta trazada.
Quieren imponer de prepo, atropellando la democracia, como siempre actúa la derecha cuando defiende sus privilegios y su poder, un modelo de sociedad contrario a los intereses de las mayorías populares.
Lo que no saben o menoscaban es la historia, la larga historia de lucha que tiene el pueblo argentino. Una experiencia de muchísimos años y sufrimientos, capaz de derribar gobiernos opresores y dictaduras militares. Una vez más toca resistir.
No podrán. Es una cuestión de tiempo. El pueblo sabrá unirse y organizarse (ya lo está haciendo) para enfrentar a semejante atentado contra la vida, de estos tipo/as que se creen dueños de nuestro destino.
“El sol siempre saldrá, mientras que a alguien le queden ganas de amar”, como cantaba Mercedes Sosa.
* Ex director técnico de fútbol.