En Ushuaia la Municipalidad decidió que las mujeres puedan incorporarse como colectiveras. La Sociedad del Estado tomó a su cargo el servicio de transporte público de pasajerxs y la Secretaría de la Mujer pidió por el acceso de las mujeres a ámbitos que, generalmente, son masculinos. La medida implica un salto en oficios no tradicionales y en el marco de la pelea de las trabajadoras de distintos gremios por ser conductoras en trenes, colectivos y aviones y por el reclamo de las usuarias por políticas de transporte con perspectiva de género. La oferta laboral es sustancial para acceder a más empleo y, además, bien remunerado -por lo que se combate la brecha salarial de género- ya que el sueldo básico de conductorxs es de 28 mil pesos más plus y guardias.
En la ciudad más austral de la Argentina se van a sumar tres unidades nuevas y eso va a permitir ocho vacantes para conductoras. El Intendente Walter Vuoto pidió que las incorporaciones busquen equiparar la plantilla de varones con la de mujeres. “La igualdad real de oportunidades debe ser integral y requiere de políticas públicas que permitan equiparar las inequidades que se dan en el mercado”, enmarcó la Secretaria de la Mujer Laura Avila. Además, los colectivos van a llevar una campaña de comunicación sobre diversos derechos de las mujeres.
En Salta, Mirtha Sisnero llevó adelante una lucha pionera para poder ser colectivera. No la dejaron y la mandaron a hacer empanadas. Pero su demanda llegó a la Corte Suprema de Justicia de la Nación que le dio la razón y dijo que es discriminatorio sacar a las mujeres del volante y de puestos bien remunerados. Ahora las mujeres pueden manejar, pero a Mirtha todavía no la dejan estar a cargo de un colectivo.