Los términos inflación, estanflación e hiperinflación moldean de manera histórica la realidad financiera del país. De qué se trata cada fenómeno y cuál es su impacto específico en la economía local.
Inflación
La inflación es un fenómeno donde los precios de bienes y servicios aumentan de manera constante. En el contexto local, esto se traduce en que los consumidores necesitan más pesos para adquirir los mismos productos a lo largo del tiempo. La inflación es el reflejo de un peso que cada vez vale menos.
Los motivos que disparan la inflación son diversos. Mientras que algunos economistas derechistas culpan a los acuerdos paritarios de empujar la dinámica de precios para arriba, otros apuntan a las prácticas abusivas de las empresas alimenticias.
"Los empresarios que proveen bienes como alimentos entienden que si el ingreso de los que menos ganan se incrementa, no necesariamente se gastará en alimentos, sino en otros bienes y rubros", explicó el doctor en Ciencias Económicas Bruno Susani en una nota publicada en Página|12.
Este grupo de empresarios "prefiere incrementar los precios de los productos alimentarios, aumentar las ganancias en lo inmediato y fugarlas, en lugar de invertir e incrementar la producción nacional", completó el autor de "La economía oligárquica de Macri".
Hiperinflación
La hiperinflación, según el manual clásico de Phillip Cagan, se da cuando se aplica a un aumento sostenido de los precios por encima del 50% mensual durante dos o tres meses.
Argentina vivió un proceso de estas características a fines de la década del 80 y generó una pérdida significativa del valor del peso argentino. El término aún produce temor en la memoria colectiva de los argentinos.
En el contexto actual, la hiperinflación se vislumbra como un riesgo latente, alimentado por una serie de desequilibrios económicos, crean un terreno propicio para la escalada de precios.
La desproporción entre los pasivos remunerados del Banco Central y la Base Monetaria, junto con una brecha cambiaria persistente, son algunos de los factores señalados por los economistas que pueden desencadenar una hiperinflación.
La escasez de reservas internacionales y un déficit fiscal sin financiamiento adecuado añaden presiones adicionales. Estos factores, sumados a la crisis política, contribuyen a un escenario donde la hiperinflación se presenta como una amenaza real para la estabilidad económica.
Estanflación
La estanflación es una combinación de dos términos: estancamiento e inflación, lo que implica que los precios continúan aumentando, pero la actividad económica experimentará una caída. Este panorama económico representa un país con más excluidos.
Se trata de un escenario con caída de los salarios reales, mayor desempleo y menos producción en las empresas debido a la inflación y el estancamiento económico. Todo esto produce menos inversión y necesariamente cae la recaudación, por lo que el gobierno tiene dificultades de pagar sus obligaciones, incrementando el riesgo de default.
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