Es miseria pura cerrar de esa manera más de cinco horas ininterrumpidas de transmisión, con la perorata de Pérez (el anchor principal de ese canal) contra la AMT (Agencia Metropolitana de Tránsito) y la entrevista al policía Carrillo, censurado por la Asamblea, involucrado en las brutales represiones contra el pueblo, que se saldó con muertos y muchas mujeres y hombres con sus ojos vaciados, en octubre de 2019; personaje también oscuro por alcahuete en el femicidio cometido dentro de la escuela de formación de policía contra María Belén Bernal Otavalo.
Pero ahí está otra vez ese canal, parte del conglomerado mediático que con tanta mentira ha blindado a sus políticos y bloqueado a los que consideran sus enemigos. Canal que, como tantos otros medios, son descarados actores políticos y, sin embargo, dicen hablar desde la verdad.
Tantas horas sin saber o sin querer contextualizar lo que veíamos, dando voz a las personas que, desde hace casi dos décadas, desde el advenimiento del gobierno de Correa, han venido construyendo ese relato repleto de falsedades.
Ahora estamos asistiendo en Ecuador a la destrucción casi total de cierta institucionalidad. Veíamos en las imágines a unos delincuentes, algunos ciertamente niños, o lo parecían, que eran sometidos por la policía. Después los empleados del canal invadido, TC Televisión, daban sus testimonios para agradecer, primero a Dios y después a la policía.
Ninguna lectura de por qué hemos llegado a este doloroso momento. Puras imágenes que tienen como objetivo exacerbar el pánico social para luego justificar el hiperpunitivismo, con ello el aniquilamiento de los derechos humanos. “Use señor presidente todo el poder letal a su alcance para acabar con estos delincuentes”, se escuchaba decir a ciertas estrellas de la televisión ecuatoriana. La cuestión de los derechos humanos, la gran contribución de Occidente a la humanidad, es cantaleta de las izquierdas, ahora vistas, como lo hace la ministra de relaciones exteriores de Argentina, como “socialistas narcos terroristas”. Voz descalificada por el desconocimiento del drama del crimen organizado, porque a ella, probablemente libertaria, si le dan a escoger entre mafia y Estado, dirá mafia.
“Insight Crime”, fundación con oficinas en Washington y Medellín, en su informe de octubre de 2023, menciona el caso ecuatoriano que durante el gobierno de Correa obtuvo resultados increíbles: 5 muertes violentas por cada 100 mil habitantes, por haber trabajado con las pandillas, incorporándolas a determinadas actividades sociales y así impedir que sean cooptadas por el crimen organizado. Con los gobiernos de Moreno y Lasso todo esto se echó al tacho de la basura y hemos llegado, ahora sí, al crimen organizado con la horrorosa cifra de más de 42 muertes por los mismos 100 mil habitantes. Cuestión muy distinta y que nos enfrenta, muy vulnerables, a unas estructuras que son, más bien, globales con matrices delictivas que incluso se han formado en el centro, en los países ricos y muy poderosos.
A estas alturas, sin UNASUR, sin coordinación multinacional, la pelea será aún más difícil. Somos una sociedad amenazada, la gente ese día, 9 de enero de 2024, día de la toma del canal TC, sintió pánico, estaba inerme, sin rumbo, como perdida, es que el neoliberalismo, el de los libertarios, ha vendido la idea de que el enemigo es el Estado. Nos han venido promocionando en sus estúpidos programas la vida de los ricos, incluso la de los narcotraficantes, como paradigmáticas. Si queremos podemos vivir como ellos, con esos lujos, esos trajes, esas joyas, esos coches, esos aviones. El que quiere puede ser rico, el otro es solo un estúpido.
La guerra contra el narcotráfico nos está tocando la puerta y ya sabemos lo trágico que eso fue en Colombia, en Guatemala. En El Salvador del histriónico Bukele las pandillas no han alcanzado el nivel del crimen organizado, por eso el modelo Bukele no se puede copiar.
No te creo porque me reservo el derecho a dudar de tus imágenes, a tu desbordada cantaleta, al espacio que le das a personajes con sangre en sus manos. Nunca te refieres al papel de la banca en este drama, es que: ¿nunca te vas a preguntar dónde se lava el dinero de origen tan oscuro?
No harás esas preguntas porque el harakiri no está en tus planes.
No te creo y saldremos de ésta sin tu concurso.
* Comunicador, cientista social y exvicecanciller de Rafael Correa.