Más de tres mil trabajadores estatales de la Ciudad de Buenos Aires fueron despedidos en lo que va de enero y un número similar está en riesgo de quedarse sin empleo en marzo. Por eso la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE Capital) hizo una manifestación frente al ministerio de Hacienda porteño. El gremio informó que los despidos se hicieron "de manera generalizada y en todos los sectores, pero principalmente en los espacios que trabajan con personas en situación de vulnerabilidad social, ya sea niños, cartoneros y hogares de mujeres".
La semana pasada, las cesantías ya habían generado una serie de protestas, a raíz de las cuales hubo áreas que abrieron el diálogo y dieron marcha atrás con parte de las desvinculaciones; pero la situación está en desarrollo y el alcance que finalmente tendrá la medida aún no terminó de definirse.
Los despidos son producto de un ajuste del gasto público decidido por Jorge Macri en una reunión de gabinete del 29 de diciembre, en la que dispuso desvincular a los trabajadores del estado en situación más precaria: los monotributistas a quienes el estado porteño les paga mediante un contrato de locación de servicios. Este tipo de contratación es una forma de fraude laboral que está muy extendida en el gobierno porteño, donde 21 mil personas trabajan con estos convenios, en algunos casos desde hace más de una década. Como la instrucción del jefe de gobierno fue reducir los monotributistas entre un 30 y 40 por ciento, la amenaza de despido afecta a 7 mil trabajadores, explicó el titular de ATE Capital, Daniel Catalano.
Ignacio Ezzaoui es uno de los casos: tenía 14 años de antigüedad en su trabajo. Era responsable de grupo de la Cooperativa de Recuperadores Urbanos del Oeste (no integrante de la cooperativa, sino empleado de la Ciudad). Sus funciones eran controlar el presentismo, calcular la productividad de los recicladores, hacer tareas de acompañamiento de tipo social, ayudar a que la cooperativa se mantuviera dentro de lo convenido con el gobierno. Un trabajo de lunes a viernes, en la calle.
“La mayoría de los responsables de grupo son contratados”, contó sobre su función. Hoy Ezzauoi está entre quienes reclaman ser reincorporados.
Juan Cueto es otro despedido. Era delegado gremial en el Consejo de los Derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes donde, como psicólogo, hacía evaluaciones ante denuncias de maltrato físico. “Despidieron a muchos trabajadores de áreas de urgencia”, contó a Página/12. “Personas que atendían la línea 102 -un servicio telefónico gratuito y confidencial de escucha, contención y orientación para niños, niñas y adolescentes-, trabajadores la guardia de abogados, trabajadores de hogares. No existe ninguna justificación para estos despidos. Lo que vemos es que Jorge Macri decidió subirse a la bandera del ajuste, siguiendo el camino de Milei”.
La manifestación se hizo al mediodía, en la puerta del edificio de la avenida Martín García al 300 -frente al parque Lezama-. Su lema fue “En la ciudad no sobra nadie”. El cantito más coreado estuvo dedicado al jefe de gobierno porteño: "Jorge Macri, la cosa está que arde, a ver si te das cuenta que aquí no sobra nadie".
El sol picaba fuerte. Los más previsores llevaron paraguas del sindicato y se refugiaron a su sombra. El gremio repartió botellitas de agua y todo el mundo lamentó estar teniendo que manifestar un 11 de enero. Para acompañar a los trabajadores de ATE se movilizaron partidos de izquierda. También se acercaron a dar su apoyo a la protesta los legisladores Alejandrina Barry (FIT Unidad) y Alejandro Grillo (Unión por la Patria).
Para ATE, los despidos apuntan no solamente a recortar el gasto público, sino a vaciar áreas del estado que sostienen políticas para los más vulnerables. “Vemos que están yendo contra los trabajadores que restituyen derechos, los que cumplen funciones para que las villas dejen de serlo y se integren al tejido urbano, contra los del Hogar Eva Duarte, que da apoyo a madres jóvenes embarazadas o con niños. La línea 144, que atiende casos de violencia de género, hoy suena y no contesta nadie. Esas son las políticas que este gobierno parece considerar innecesarias”, dijo Humberto Rodríguez, del consejo directivo de ATE Capital. El dirigente recordó que la Ciudad "es de todos nosotros y nosotras" y se preguntó por qué las autoridades decidieron el recorte, cuando pertenecen al mismo signo político que la gestión anterior. "Da la impresión de que lo hicieron para no quedar a la izquierda de Milei".
Las negociaciones y protestas continuarán en los próximos días. A nivel nacional, ATE realizarà una jornada de lucha el lunes 15; y el miércoles 24 de enero será parte del paro nacional de la CGT, las dos CTA y la UTEP.