Javier Milei decidió hacer tabula rasa con el Papa Francisco y se trasladará a Roma el mes que viene para tener el primer encuentro cara a cara en el Vaticano. La invitación de la Santa Sede llegó días después de que el mandatario argentino le escribiera una carta a Jorge Bergoglio para invitarlo a visitar el país. "Su viaje traerá frutos de pacificación y de hermanamiento de todos los argentinos", dijo el Presidente en la misiva, en un intento de recomponer el vínculo luego de haberle dicho "impresentable" y "representante del maligno en la tierra" durante la campaña electoral.
La cumbre entre Bergoglio y Milei se dará en el marco de la canonización de "Mamá Antula" que se realizará el 11 de febrero en la Basílica de San Pedro. Se trata de una ceremonia en la que la beata María Antonia de Paz y Figueroa se convertirá en la primera santa argentina, luego de que en octubre se realizara la aprobación de un milagro atribuido a su "intercesión".
El tenso vínculo entre el jefe de Estado argentino y el de la Iglesia Católica comenzó a recomponerse durante el último tramo de la campaña cuando el entonces candidato de La Libertad Avanza pidió disculpas por haberle lanzado una catarata de agravios e insultos. "Personaje impresentable y nefasto", "representante del maligno en la Tierra" y "Jesuita que promueve el comunismo", fueron algunos de los calificativos.
El ataque contra Francisco escaló en el cierre de campaña de Milei en primera vuelta, cuando el economista Alberto Benegas Lynch, sobre el escenario, pidió cortar relación con la Iglesia. "Habría que imitar lo que hizo el presidente Roca. Esto es suspender las relaciones diplomáticas con el Vaticano mientras en la cabeza del Vaticano prime el espíritu totalitario", apuntó uno de los "próceres" de Milei, tal como calificó el propio presidente.
La marcha atrás pública de Milei llegó el día del último debate presidencial. Ante los cuestionamientos del candidato de Unión por la Patria, Sergio Massa, el libertario respondió: “Ya había pedido perdón, y lo volvería a hacer. Porque si me equivoco, no tengo problema en repetir que estoy arrepentido por eso”.
Las palabras de Mieli dieron inicio a una serie de movimientos para acercar posiciones. A cargo de la gestión estuvo la canciller Diana Mondino y el exministro de la Alianza, Adalberto Rodríguez Giavarini. El objetivo central del Gobierno ahora es lograr convencer a Francisco de que concrete su primer viaje papal a la Argentina.
La invitación al Vaticano surgió luego de que Milei le enviara una carta al Sumo Pontífice para invitarlo oficialmente a visitar el país. En la misiva que compartió en las redes sociales, junto a una foto con su hermana Karina Milei, el Presidente aseguró que "su viaje traerá frutos de pacificación y de hermanamiento de todos los argentinos, ansiosos de superar divisiones y enfrentamientos". Y finalizó con una declaración de paz: "Sé que el tiempo es escaso. Aún así, espero que pueda viajar para la alegría general de todo el pueblo argentino. Reitero a Su Santidad las seguridades de mi alta consideración y respeto por su obra y su persona".
Hasta el momento, el Gobierno no designó al secretario de Culto de la Nación y al candidato a ocupar la embajada argentina ante el Vaticano. Más allá de las vacantes, el Papa realizó las invitaciones formales para que formen parte de la canonización de “Mama Antula”. Se espera que la comitiva sea acotada. Acompañarían al Presidente, la secretaria general de la presidencia, Karina Milei; la canciller Diana Mondino; la ministra de Capital Humano, Sandra Petovello; y el asesor Santiago Caputo. La gran incógnita es si estará invitada la vicepresidenta Victoria Villarruel, apuntada en los últimos días por sus reuniones secretas con el expresidente Mauricio Macri.
De acuerdo al protocolo, Francisco y Milei tendrán una conversación a solas para luego dar ingreso al resto de la comitiva, intercambiar regalos oficiales y sacarse la foto de familia.
Si bien en Casa Rosada ayer no quisieron confirmar el viaje presidencial, por la tarde Mondino mantuvo un encuentro con el nuncio apostólico en el país, monseñor Miroslaw Adamczyk, y su consejero, monseñor Daniele Liessi, a quienes les confirmó que Milei tiene "la intención de participar" de la misa de canonización de la beata María Antonia. Según informó el Ministerio de Relaciones Exteriores, la canciller "hizo entrega de una carta" en la que el mandatario argentino le "transmitió al Santo Padre el filial afecto del pueblo argentino".