La fuga de capitales por ahorro del sector privado sumó 2214 millones de dólares en septiembre y acumuló 15.530 millones de dólares en los primeros nueve meses del año. Así lo admitió ayer el Banco Central a través de su informe de balance cambiario. En ese documento se registran los principales canales de salida y entrada de divisas de la economía local. Un dato relevante es que el resultado de la cuenta cambiaria ya acumuló en lo que va del año un déficit equivalente a 2 puntos del Producto Bruto Interno. Este rojo se suma al del déficit fiscal (de 5 puntos del PBI) y evidencian que el país afronta importantes desequilibrios macroeconómicas.
La autoridad monetaria precisó que hubo 900 mil individuos que compraron dólares el mes pasado. “Se puede destacar que, del total de clientes que registraron compras en el mes, sólo 170 mil fueron clientes que no habían realizado compras en ningún mes previo de 2017”, precisó el organismo. Además, apuntó que “si se desagrega la información teniendo en cuenta el monto de las compras mensuales por cliente, se observa que el 41 por ciento de las adquisiciones de billetes (1140 millones de dólares) fue realizada por importes de hasta 10.000 dólares mensuales por cliente”. En los últimos tres meses la compra neta de divisas fue de 7583 millones de dólares, cifra que representa el 50 por ciento de toda la fuga de divisas por ahorro privado del año.
El giro de utilidades de las multinacionales fue otro elemento de fuga en septiembre. Se anotó una salida de 121 millones de dólares, de los cuales el 43 por ciento se explicó por transferencias de dividendos de empresas del sector petrolero, el 13 por ciento por firmas del sector alimentos, el 10 por ciento metales comunes, el 6 por ciento industria química y el 6 por ciento entidades financieras, entre otros. Por el momento, el giro de utilidades de las multinacionales sigue en niveles similares a los registrados en 2014, aunque con las desregulaciones aplicadas en los últimos meses las empresas tiene capacidad de comprar dólares sin fines predeterminados. Los bancos, por caso, en el último año y medio duplicaron su posición general de cambio (es decir, la cantidad de dólares que guardan como activos propios) respecto de 2014 y 2015.
En cuanto al turismo, en septiembre se anotó una salida de 825 millones de dólares. La cantidad de argentinos viajando al extranjero se ubica en récords históricos y potencia el rojo de las cuentas externas. Los consultores del mercado estiman para este año una pérdida de divisas por turismo de alrededor de 12 mil millones de dólares. Se trata de recursos que, gastados en el país, generarían un nivel de demanda equivalente a 2 puntos del PBI y posibilitarían un ritmo más acelerado de crecimiento. El informe del Central registró que en los primeros nueve meses del año el rojo del turismo se ubicó en 8208 millones de dólares y aumentó un 16 por ciento respecto del mismo mes del año pasado. La entidad precisó que la cantidad netas de argentinos viajando al extranjero (es decir, descontando los turistas que ingresaron al país) aumentó en un 39 por ciento este año en relación con 2016.
El informe de la autoridad monetaria registró otro dato relevante: cuáles son las ramas de actividad económica con mayor déficit de divisas, una forma de medir el nivel de las importaciones contra las exportaciones del sector. Los rubros productivos dedicados a la manufactura se ubicaron entre los más deficitarios. La industria automotriz anotó una desequilibrio de 952 millones de dólares el mes pasado, al tiempo que industria química y plástica marcó un rojo de 451 millones. La rama de máquinas y equipos marcó un déficit de 392 millones y el transporte, de 299 millones. Los sectores que obtuvieron superávit comercial son los dedicados a la actividad primaria. En el complejo de las oleaginosas y cereales se marcó un ingreso neto de divisas de 2053 millones, en tanto que en el rubro de alimentos se computó 376 millones y en la minería 238 millones. Los datos reflejan una economía que se sigue reprimarizando y que no promueve actividades genuinas de crecimiento y generación de dólares. El desequilibrio de la cuenta corriente se viene sosteniendo con ingreso de deuda externa, situación que los analistas del mercado indican que es difícil de sostener en el mediano y largo plazo.