La gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal, que funge de virtual candidata en los comicios del próximo domingo, aseguró que la suspendida campaña electoral tuvo “un final raro que hubiéramos preferido que no estuviera y además poco claro”, en referencia a la recuperación de un cuerpo en la zona donde desapareció Santiago Maldonado. Un hecho que para ella hace al “clima raro” que considera que se vive en estas últimas semanas y que se complementa “con las amenazas de bombas a las escuelas” y con “Unidad Ciudadana que plantea sistemáticamente la posibilidad de fraude”.
Con voz meliflua, con la mirada baja e inclinando como siempre su cara hacia un costado, Vidal aseguró en Radio Mitre, donde la trataron de maravilla, que está “esperando el resultado de las pericias que permitan determinar si el cuerpo encontrado es el de Santiago y, si es él es, qué pasó”.
Y eso fue todo lo que dijo de la desaparición del joven y del cuerpo encontrado. No hizo referencia a la encuesta que lanzó el gobierno nacional para determinar si este hecho tendrá un impacto en el electorado ni tampoco se lo preguntaron.
A partir de allí Vidal retomó su estudiado y repetido discurso al sostener que para estos comicios “lo que importa no es lo que uno dice sino lo que hace y eso se evaluará el domingo sobre los que gobernaron 25 años la provincia, incluyendo a Cristina (Kirchner), (Daniel) Scioli y (Fernando) Espinoza, y lo que nosotros hemos hecho estos 20 meses”. Como nadie la interrumpió continuó: “Ahí está la decisión, si queremos seguir con nuestro camino, que no es fácil, difícil, comprometido que no tiene resultado inmediato, que requiere compromiso pero que es un camino seguro hacia un lugar que va a ser para siempre o volver al pasado, al atajo, al parche, al negar la realidad que escuché en los discursos de Cristina”.
Cuando habló de la ex presidenta pareció olvidar que estaba compungida por lo que sucede con el caso Maldonado y la atacó afirmando que “si hubiera estado en su lugar, no me hubiera presentado con tantas causas judiciales... primero hubiera demostrado mi inocencia”. Luego insistió, a la usanza del antiperonismo de fines de los años cincuenta, con terminar con la etapa del kirchnerismo que la definió como de “soberbia, prepotente, de verdad única, de maltrato, de cierta indiferencia”.
Después retomó el argumento de la grieta e indicó que los ciudadanos tienen en su mano “la posibilidad de que la grieta comience a disminuir”.
Vidal indicó que el domingo se realizarán operativos, a los que definió como “especiales”, que revisarán las escuelas antes de la apertura del acto comicial ante posibles amenazas de bombas. Lo que no dijo es que esa revisión se hace desde 1983 cuando retornó la democracia. Entonces, haciendo gala de su adhesión al discurso patriarcal, la gobernadora aseguró que “vamos a estar cuidándolos”. Luego afirmó que “la Justicia es la encargada del control de la elección y de que todos vayan a votar en paz”. Para cerrar el tema comicios pidió que los electores concurran a sufragar “porque es importante decir lo que piensan”.
El chauvinismo a nivel provincial suele ser un recurso de gobiernos para lograr mayor adhesión. Ayer la mandataria provincial, que no es candidata aunque actúe como tal, recurrió a uno de ellos al insistir en la necesidad de revisar el Fondo del Conurbano. Por caso, Vidal se preguntó si los candidatos bonaerenses de todos los partidos “van a defender el reclamo de la provincia para eliminar el tope del Fondo del Conurbano o no, ya que son fondos de los bonaerenses”, dijo para luego sostener que Buenos Aires aporta el 40 por ciento de lo que recibe el gobierno central y, como injusta contrapartida, recibe el 18 por ciento desde hace más de 10 años. Para la mandataria provincial este conflicto se resuelve por la vía del diálogo, el consenso o a través de la Corte Suprema. Envalentonada, Vidal aprovechó las entrevistas del último día de campaña para cuestionar al resto de los gobernadores que, según ella, aseguran que si dejaran de recibir esos fondos se quedarían sin recursos para pagar salarios. “¿Cuántos años hace que la provincia no puede pagar sueldos? Hay una sola provincia que se sacrifica hace 10 años”, lanzó.