Desde Roma

Después de años de espera, la extradición de Italia a la Argentina del sacerdote Franco Reverberi, un ítalo-argentino acusado de delitos de lesa humanidad cometidos en Mendoza durante la última dictadura, que había sido aprobada en 2023 por la Corte de Casación de Bolonia, fue rechazada el viernes por el ministro de Justicia de Italia, Carlo Nordio, que sin embargo la había aprobado algunos meses atrás.

Según la documentación difundida por el ministerio de Justicia, la decisión de Nordio se debe al estado de salud de Reverberi, que tiene problemas cardíacos y 86 años, lo que lo pondría en peligro para realizar el largo viaje hasta la Argentina.

La justicia italiana había comunicado oficialmente el miércoles 2 de agosto de 2023 que Franco Reverberi Boschi sería extraditado a la Argentina y el ministro Nordio en aquel momento la aprobó. Pero poco después, el mismo ministro anuló su decisión a favor de la extradición porque los abogados de Reverberi presentaron un recurso ante la Corte de Casación. Y hasta que no se conociera la sentencia de esa Corte, el ministro no podía tomar una decisión. Pero la apelación dio como resultado de todas maneras que Reverberi podía ser extraditado.

En la apelación que presentaron los abogados de Reverberi, subrayaron sobre todo el estado de salud del acusado, poniendo en discusión la decisión de los médicos judiciales que lo visitaron meses antes decidiendo que estaba en condiciones de ser extraditado. Los defensores del cura subrayaron los riesgos que el largo viaje en avión podrían causar a Reverberi por sus patologías cardíacas y pidieron una nueva pericia médica.

Para las causas de extradición, el Código de Procedimiento Penal italiano prevé que por un lado haya una evaluación judicial del caso y por el otro una evaluación de la oportunidad política de la extradición por parte del gobierno italiano, dado que un caso de extradición podría perjudicar las relaciones entre dos países. La evaluación la puede hacer sólo el ministro de Justicia, explicó a Página/12 Arturo Salerni, abogado del estado argentino en esta causa.

En síntesis “el ministro no puede tomar una propria decisión a favor de una extradición pero puede anularla aún después de una evaluación positiva de una corte judicial”, añadió Salerni. El estado argentino fue el que inició la causa de extradición de Reverberi en Italia, por lo cual sería el estado argentino el que podría presentar un recurso judicial ante el TAR (Tribunal Administrativo Regional) de Italia, que es el único sujeto jurídico que podría suspender o anular la decisión del ministro, explicó el abogado. “También se podría evaluar si pueden hacerlo algunos familiares de las víctimas”, agregó.

Salerni no descartó que se pueda hacer un juicio contra Reverberi en Italia para lo cual los familiares deberían hacer una denuncia, sobre los hechos ocurridos en Argentina, ante la procuraduría correspondiente, que sería la de la ciudad de Parma (cerca de Sorbolo, donde vive Reverberi). Pero también se requiere el pedido expreso del ministro de Justicia italiano, tratándose de un ciudadano italiano que ahora se encuentra en Italia pero ha cometido delitos en el exterior.

Otras opciones

Según Jorge Ithurburu, presidente de la asociación “24marzo.it” que durante todos estos años ha luchado para llevar adelante los juicios en Italia contra los militares argentinos y latinoamericanos responsables de torturas y muertes, “se podría esperar la decisión del 19 de enero, una audiencia judicial donde Reverberi, que estaba sometido a medidas cautelares como la obligación de firmar ante los carabineros, quedará libre de ellas”. Luego, según el procedimiento, la embajada debería mandar una comunicación a Buenos Aires hablando de la posibilidad de presentar este recurso ante el TAR. La actual ministra de Exteriores argentina, Diana Elena Mondino, podría decidir si hacerlo o no, explicó Ithurburu.

Ithurburu no descartó la posibilidad de que, al no ser extraditado, el juicio contra Reverberi se haga en Italia, como sucedió con otros exponentes de la dictadura, como Carlos Luis Malatto, teniente coronel del ejército argentino, acusado en Italia de la muerte de ocho personas en el ámbito del Plan Condor, el nefasto plan ideado en torno al 1975 por los servicios secretos del dictador chileno Augusto Pinochet, y que implicaba a los países con dictaduras para poder secuestrar, trasladar y matar a los opositores políticos con total impunidad.

En 2014 la extradición de Malatto, ex miembro del RIM 22 (Regimiento de Infantería de Montaña) de San Juan, que se escapó de Argentina en 2011 y vivió en Italia gracias a su pasaporte italiano, fue rechazada por la Justicia italiana.

En 2015 Ithurburu, como presidente de “24marzo.it” se presentó como denunciante en Italia para iniciar un proceso contra Malatto. La audiencia preliminar de este proceso ha sido fijada en Roma para el 22 de abril próximo. “Se podría hacer lo mismo con Reverberi”, dijo, recordando que están como testigos, entre otros, Luis Berón, hermano del desaparecido José Guillermo Berón, pero también dos testigos que han visto a Reverberi en la Casa Departamental, una cárcel clandestina de San Rafael, en Mendoza.

¿Quién es Reverberi?

Nacido en 1937 en un pequeño pueblo del norte de Italia, Sorbolo, cerca de la ciudad de Parma, tenía 11 años cuando su familia decidió emigrar a la Argentina.

Reverberi trabajó como cura en San Rafael, ciudad del sur de Mendoza. Y durante la dictadura, siendo capellán militar, colaboró con los militares que torturaban a los opositores en el centro clandestino “Casa Departamental”. El cura presenciaba las torturas y luego con la Biblia en mano, les pedía a las víctimas que colaboraran con sus torturadores, según contaron cuatro de los torturados que sobrevivieron. Reverberi también estaría implicado en la muerte del joven peronista José Guillermo Berón desaparecido en 1976.

En 2010, Reverberi había declarado ante la justicia argentina diciendo que era inocente y durante el juicio empezado en San Rafael, se negó a testimoniar argumentando que tenía problemas de salud. Cuando los jueces intentaron obligarlo a presentarse con un mandato, descubrieron que se había escapado a Italia. Teniendo pasaporte italiano, Reverberi llegó sin problemas a Italia en 2011. Y se fue a vivir a su pueblo natal como párroco de la Iglesia de los Santos Faustino y Giovita. Allí ha vivido hasta ahora.