En respuesta a una pregunta que se le formuló en el transcurso de una entrevista concedida a la televisión italiana, el papa Francisco confirmó este domingo su disposición a viajar a Argentina “en el segundo semestre del año”, ratificando de esta manera su intención en el mismo sentido expresada en varias oportunidades en los últimos tiempos. Jorge Bergoglio habló con el medio italiano desde la Casa Santa Marta, la residencia romana que adoptó desde su llegada al pontificado diez años atrás.
El viaje del Papa a la Argentina viene siendo reclamado por parte de la feligresía católica y la invitación al país le fue reiterada en varias ocasiones por los obispos argentinos, por los distintos gobiernos y, pocos días atrás –el 8 de enero- por el actual presidente Javier Milei mediante una carta que se hizo pública el miércoles y que el viernes pasado le fue entregada por la canciller Diana Mondino al nuncio apostólico el arzobispo polaco Miroslaw Adamczyk. En la misma oportunidad Mondino le transmitió al embajador del Vaticano ante el gobierno argentino que la intención de Milei es viajar a la Santa Sede el próximo 11 de febrero para la canonización de María Antonia de Paz y Figueroa (popularmente conocida como Mamá Antula), quien será la primera mujer argentina reconocida como santa por la Iglesia Católica.
Es normal que el Vaticano invite a las autoridades de aquellos países originarios de las personas que son canonizadas. También sucedió en este caso y, si bien en primera instancia existió la posibilidad de que un funcionario de alto rango representara al país, en los últimos días creció la alternativa del viaje del Presidente, quien en la misma ocasión tendría una audiencia personal con el Papa Francisco.
Sin embargo, el viaje de Javier Milei todavía no fue confirmado oficialmente por la Casa Rosada y tampoco el Vaticano dio información acerca de la posible fecha para la audiencia privada entre el mandatario argentino y el Papa, un encuentro que tendrá todas las características y los protocolos de una visita de Estado.
En octubre de 2016 el entonces presidente Mauricio Macri, fue recibido en Roma por Jorge Bergoglio en oportunidad de la canonización del cura Brochero.
La noticia acerca de que el Papa puede visitar la Argentina en el segundo semestre no sorprendió a las autoridades de la Iglesia argentina, que estaban atentos a la posibilidad de que el hecho se concrete, aunque carecían de detalles sobre la fecha en que podría efectivizarse. “Lo señalado ahora indica que hay un proceso en marcha y que debemos prepararnos” confió una fuente del episcopado. El obispo de Rawson, Roberto Álvarez, pidió al papa Francisco que viaje al país porque "será un factor de unión, de cercanía" entre los argentinos y "nos ayudaría en un año que se vislumbra difícil y con muchas tensiones".
Francisco fue entrevistado por el periodista italiano Fabio Fazio, en el programa Che tempo che fa (Qué tiempo hace). En esa ocasión el Papa recordó el compromiso contraído hace tiempo de venir al país e hizo referencia también al cambio de gobierno.
“Es un momento difícil para el país”, pero “está en programa la posibilidad de hacer un viaje en la segunda parte del año, porque ahora hay un cambio de gobierno, hay cosas nuevas y yo también tengo otros compromisos” afirmó Bergoglio. El Papa dijo también que antes debe ir a la Polinesia y “después de esto se haría el viaje de Argentina si se puede hacer”. “Quiero ir”, dijo el Papa. “Diez años está bien”, reafirmó aludiendo al tiempo que dista desde su llegada a la máxima responsabilidad de la Iglesia Católica, tiempo durante el cual realizó numerosos viajes, incluyendo a países latinoamericanos (Colombia, Chile, Perú, Ecuador, Bolivia, Paraguay, Brasil y México) pero sin pisar Argentina.
En la carta que le remitió Milei y en la cual lo invitó a venir al país, el presidente argentino le dijo a Francisco que “su presencia y su mensaje contribuirán a la tan deseada unidad de todos nuestros compatriotas y nos brindará la fuerza colectiva necesaria para preservar nuestra paz y trabajar por la prosperidad y el engrandecimiento de nuestra querida República Argentina”.
Circunstancialmente el ex presidente Alberto Fernández será recibido el lunes en el Vaticano, a donde llegará desde Madrid, ciudad en la que se encuentra actualmente. Fernández había solicitado una audiencia con Bergoglio antes de terminar su mandato presidencial y con la intención de saludar al Papa previo a dejar su función, pero el viaje del entonces mandatario se postergó por tareas derivadas de la transición del poder.
En la entrevista con la televisión italiana Bergoglio, que tiene 87 años, también fue consultado por su estado de salud. “Me sale decir: estoy todavía vivo”, respondió. Y sobre la posibilidad de que renuncie a su cargo tal como lo hizo su predecesor Benedicto XVI, dijo que “no es un pensamiento, ni una preocupación ni un deseo. Es una posibilidad abierta a todos los papas. Ahora no está en el centro de mis pensamientos. Mientras tenga la capacidad de servir, sigo adelante”, subrayó.