Dos legisladores del PRO, Damián Paz y Yésica Argañaraz, presentaron ante el Concejo Deliberante del partido de Avellaneda un proyecto para prohibir los recitales masivos en los estadios de Racing y de Independiente. Los funcionarios fundamentaron su propuesta en los presuntos “reclamos” de “cientos de vecinos" por desordenes en las adyacencias, aunque parece ser una iniciativa para impedir las cumbres de todo lo que huela a popular.
"Los vecinos que viven en las cercanías de los estadios han sentido de diversas formas la alteración de manera negativa su calidad de vida, debiendo muchos comerciantes cerrar sus negocios, como así también otros no poder disponer de entrar o salir de sus casas”, expusieron Paz y Argañaraz en el proyecto para evitar otro show como La Renga.
Además sostuvieron que “muchos vecinos expresaron la sensación que Avellaneda pasó a ser zona liberada debido a la enorme cantidad de efectivos designados para el recital, así y todo, los vecinos sintieron que estaban rehenes”.
“Quienes viven en las cercanías de los estadios están resignados y acostumbrados a ver alterada su calidad de vida por la existencia de los partidos de fútbol de nuestros dos más grandes representantes de esta actividad deportiva, pero de ninguna manera puede ser esto motivo para que la situación se vuelva cotidiana para quienes residen en la ciudad”, finalizaron el escrito.
La presentación de los funcionarios del PRO tuvo lugar tras la serie de shows que brindó La Renga, en el Cilindro de Avellaneda, con una convocatoria masiva. Fueron cuatro recitales en total, con una concurrencia promedio de 50.000 personas por noche entre el 7 y el 13 de enero pasados. Y en especial, en los shows se expresó un sentimiento de libertad que se contrapone al concepto que tanto repite Javier Milei: tiene sentido de comunidad y responde a los códigos de la autogestión, la solidaridad y la independencia