Josef Fritzlei, el hombre austriaco que mantuvo cautiva a su hija durante 24 años y procreó siete hijos con ella, podría ser trasladado de una unidad para criminales dementes a la cárcel, donde podría solicitar su puesta en libertad, dijo el martes un funcionario judicial. El hombre de 88 años fue condenado en 2009 a cadena perpetua en la unidad especial. Si es trasladado a una cárcel ordinaria, podría solicitar la libertad condicional anticipada 15 años después de su condena.
Fue condenado por incesto, violación, coacción, detención ilegal, esclavitud y por el homicidio por negligencia de uno de sus hijos pequeños. Se está evaluando un dictamen pericial sobre el estado médico de Fritzl para ver si puede ser trasladado a un centro de detención ordinario, dijo un portavoz del tribunal regional de Krems. Su abogada dijo que ya había preparado una solicitud, añadiendo que el objetivo sería trasladar al hombre a una residencia de ancianos.
Fritzl encerró a su hija Elisabeth en el sótano de la casa familiar cuando tenía 18 años. Tres de los siete hijos que tuvo con Elisabeth vivieron con ella hasta que fueron liberados en 2008.
Fritzl y su esposa acogieron a los otros tres hijos supervivientes, después de que Fritzl afirmó que eran hijos que Elisabeth había abandonado para unirse a una secta religiosa. Entre sus actos, quemó los restos del séptimo hijo, que murió poco después de nacer, en el horno de la casa.