Donald Trump sigue sumando críticas, inclusive en las filas de su propio partido, el Republicano. Desde Nueva York, Bush no dudó en afirmar que "nuestra política se ha vuelto más vulnerable a las teorías conspiratorias y a los montajes descarados". “El acoso y el prejuicio en la vida pública proporcionan excusas para la crueldad y el fanatismo, y comprometen la educación moral de nuestros hijos. La única forma de predicar valores morales es vivir en consonancia con ellos”, advirtió el ex presidente (2001-2009), acusado de propiciar la tortura durante su cruzada antiterrorista.
Al referirse a la violencia racial que se desató a principios de agosto en Charlottesville, que el actual mandatario no condenó, Bush afirmó que "el fanatismo y el supremacismo blanco son formas de blasfemia contra el credo americano; la identidad real de nuestra nación radica en los ideales civiles”.
A pesar de que ni George W. ni Bush padre, presidente entre 1989 y 1993, habían apoyado la campaña de Trump, no se esperaba que el ex mandatario asumiera una posición tan categórica.
“Hemos visto el nacionalismo distorsionarse en nativismo, y hemos olvidado el dinamismo que siempre trajo la inmigración a Estados Unidos. Vemos caer la confianza en los valores del mercado libre y nos olvidamos del conflicto, la inestabilidad y la pobreza que trae consigo el proteccionismo. Asistimos al regreso de los sentimientos aislacionistas, olvidando que la seguridad de América está directamente amenazada por el caos y la desesperación engendrados en lugares lejanos”, subrayó Bush.
Considerado uno de los presidentes con peor imagen de la historia de Estados Unidos, Bush hasta ahora se había mantenido al margen de la interna republicana y solo había publicado unas memorias autoindulgentes.
Casi al mismo tiempo, desde Virginia y Nueva Jersey, adonde llegó para respaldar a los candidatos demócratas, Barack Obama advirtió que "si alguien gana una campaña dividiendo a la gente, luego no será capaz de gobernarlos, no será capaz de unirlos”. “Algunas de las políticas que estamos viendo, nos hacen retroceder 50 años o más. Estamos en el siglo XXI no en el XIX”, agregó el primer presidente negro estadounidense.