El 31 de enero se cumplirá el primer aniversario del fallecimiento del italiano Luiggi Pasinetti, uno los economistas más importantes  de la segunda mitad del siglo XX. Pasinetti poseía una cortesía y urbanidad exquisita propia de la burguesía italiana educada, a lo que se agregaba una cierta flema inglesa que había adquirido en su estadía en Cambridge. 

 Fue, junto con Joan Robinson y Nicholas Kaldor, víctima del espíritu dogmático y partidista al servicio del capital financiero, del jurado del Banco Central de Suecia que discierne el premio Nobel de economía que lo excluyó, como a sus compañeros, por su intransigencia frente a la ortodoxia económica.

Luego de graduarse en la Università Cattolica del Sacro Cuore de Milán obtuvo una beca para hacer su doctorado en la Universidad de Cambridge y sostuvo su tesis “Un modelo multisectorial de crecimiento económico”, publicada en marzo de 1963.

Según la propia definición de Pasinetti, el modelo combina tres factores: uno fáctico y dos teóricos. El primero “es que existe una evolución desigual entre los sectores de producción y los países”. “Los dos factores teóricos son la macro dinámica del crecimiento económico es decir el análisis de la evolución del uso de los insumos y de la estructura de la demanda”. 

Un modelo de crecimiento

Utilizando un instrumental matemático y una matriz de insumo producto, Pasinetti introdujo en las ecuaciones una tasa diferencial de progreso técnico que ahorra trabajo por un lado, y un coeficiente de elasticidad de la demanda según la ley de Engel que deforma en el tiempo el vector de la demanda por el otro. El modelo plantea así que el crecimiento de las ramas industriales es no homotético y permite explicar lo que aparecerá años después con la mundialización y el desplazamiento de la ramas industriales: trabajo intensivo y bajos salarios y,  en la actualidad, la relocalización relativa gracias a las nuevas tecnologías y las políticas arancelarias y no arancelarias impuestas por las potencias mundiales en su enfrentamiento económico y político.

El autor de esta nota realizó su tesis sobre dicho modelo como un ensayo de formalización econométrica elaborando ecuaciones entre la caída del coeficiente del empleo con una tasa de progreso técnico positiva y una caída relativa de la demanda. La tesis señalada de Pasinetti constituye los primeros capítulos de su libro “Cambio estructural y crecimiento económico” publicado en 1981 que constituye un clásico junto con sus Lezioni di teoria della produzione de 1975.

Comentando sus comienzos en Cambridge, Pasinetti recordó:  “Me atreví, siendo el miembro más joven, a presentar los resultados de mi trabajo sobre la distribución del ingreso (del modelo de Kaldor) a una audiencia conocida como el Seminario Secreto, en el King's Collage, una versión post-guerra del famoso Circus de Keynes, una experiencia única para mí”. En efecto, a su llegada a Cambridge Pasinetti fue rápidamente invitado por Piero Sraffa a participar en ese seminario que reunía a una parte de la heterodoxia poskeynesiana, donde participaban James Meade, Michal Kalecky, Joan Robinson, Nicolás Kaldor, Richard Kahn, Roy Harrod, Piero Sraffa.

Pasinetti inició así su participación activa en la controversia teórica más importante del siglo XX llamada “Cambridge contra Cambridge” que opuso dicho grupo a los neoclásicos también llamados los keynesianos de la síntesis, que Joan Robinson que no tenía pelos en la lengua llamaba los “keynesianos bastardos”.

La controversia aborda, entre otros aspectos, el presunto impacto del ahorro de los trabajadores en la tasa de crecimiento sabiendo que el ingreso global es igual a los beneficios más los salarios y que se puede suponer que los trabajadores ahorran una parte de su ingreso. Esta hipótesis era teóricamente atrayente si no hubiese sido descartada empíricamente por Kuznets que había demostrado que solo los 5 por ciento que ganan más invierten, vale decir ahorran en el sentido económico, lo cual excluye a la mayor parte de los trabajadores. In fine, se trataba de crear una teoría keynesiana de la distribución que Keynes no había integrado en la Teoría General.

Pasinetti construyó el teorema que lleva su nombre que muestra que aunque algunos trabajadores ahorraran, en acciones por ejemplo, ello no tendría ninguna incidencia en la velocidad de acumulación del capital que queda determinado como afirmaba Keynes por el nivel del ingreso. Pasinetti también contribuyó de manera decisiva en el debate sobre la función de producción con substitución de los factores capital y trabajo y en el llamado debate sobre el “retorno de la técnicas”.

Los trabajos de Luiggi Pasinetti fueron conocidos tempranamente en Argentina gracias al libro “Teoría del capital y la distribución”, Ed. Tiempo contemporáneo, publicado en 1973, que es una compilación de artículos realizada por Oscar Braun, en el cual se resume la controversia entre los neo keynesianos de la síntesis y de los post keynesianos con textos de ambas escuelas. 

El debate al que se hace referencia ha tratado de ser ignorado por los economistas ortodoxos y, es cierto, que algunos lo ignoran por falta de una formación teórica adecuada y continúan sosteniendo la idea de la autorregulación de los mercados, que es la hipótesis heroica que maneja Milei en el megadecreto dictado por el capital monopolista.

Un debate actual

Pasinetti fue además un economista teórico comprometido y en 1998 publicó un artículo de una gran actualidad “ El mito (o la locura) del déficit del 3 por ciento del PIB del parámetro de Maastricht", en el Cambridge Journal of Economics sobre el llamado Pacto de Estabilidad que es el Tratado de Maastricht sobre el cual se funda el Euro. Dicho Tratado dejó de ser cumplido por los mismos que lo propiciaron en dos ocasiones desde 1998, con la Gran Recesión la primera vez y con la crisis del Covid la segunda vez, y esto durante largos años. Actualmente está siendo rediscutido en los parlamentos europeos pero debido a la insistencia alemana sobre dicho mito, apoyada por su mayoría automática, Europa corre el riesgo de recaer en recesiones económicas profundas que limitan su influencia frente a las otras potencias.

Lo sorprendente es que el capital monopolista internacional y los economistas ortodoxos que vehiculan, exponen y defienden ideológicamente sus posturas rechazan la intervención del Estado para hacer funcionar las sociedades complejas de una manera menos brutal teniendo en cuenta las necesarias intervenciones del Estado para corregir los errores en el comportamiento de los agentes económicos para hacer funcionar mejor el sistema.

En su última publicación en 2007, “Keynes and the Cambridge Keynesians: A ‘Revolution in Economics’ to be Accomplished”, Pasinetti afirma que el paradigma keynesiano es una etapa superior en la evolución del pensamiento económico. En este sentido su agudeza en la comprensión de la evolución de la economía mundial contemporánea se ilustra en la resurgencia de la crisis financiera endógena del 2008 que ha mostrado la necesidad de nuevas regulaciones económicas internacionales.

* Doctor en Ciencias Económicas de l’Université de Paris. Autor de “La economía oligárquica de Macri”, Ediciones CICCUS Buenos Aires 2019. [email protected]