Distintas organizaciones sociales de Rosario realizaron cien ollas populares a lo largo y ancho de la ciudad para denunciar la suspensión de la asistencia alimentaria por parte del gobierno nacional y visibilizar el trabajo cada vez más arduo de los comedores barriales para garantizar un plato de comida a quienes menos tienen. Eduardo Del Monte, referente de la Corriente Clasista y Combativa (CCC), señaló que la organización reparte alrededor de 10 mil bolsones alimentarios en Rosario y sostienen unos 112 comedores. “Hay una parte de la ciudad que come gracias a que puede encontrar un plato de comida en las ollas que sostienen las compañeras”, recalcó. Al reclamo también se sumaron distintos sectores del Movimiento Sindical Rosarino, en la previa del paro del 24 de enero, convocado por la Confederación General del Trabajo (CGT) y que tendrá su réplica en la ciudad. “Esto es una forma de extorsión oficial para los que menos tienen”, cuestionó Antonio Ratner, titular del Sindicato de Municipales de Rosario, respecto a la falta de envío de los módulos alimentarios.

Las convocatorias comenzaron a las 10 de la mañana con ollas populares instaladas en distintos puntos de la ciudad, con el objetivo de sumarse a una jornada de protesta nacional. El acto central tuvo lugar a las 12 del mediodía en la esquina de Sarmiento y Rioja, donde funciona la sede local de Anses. Allí distintas organizaciones sociales improvisaron un comedor popular en pleno centro rosarino para intentar visibilizar la situación de angustia que se vive en los barrios y los esfuerzos cada vez mayores que se realizan para poder brindar un plato de comida caliente a las familias que más lo necesitan. “El hambre crece. Necesitamos respuestas, no represión”, fue el mensaje desplegado en la bandera central de la actividad.

Rosario/12 dialogó con algunas de las organizaciones que llevaron a adelante la jornada de protesta y con dirigentes que se sumaron a acompañar el reclamo. “La idea es mostrar el hambre que hay en la Argentina y en particular en Rosario, donde pasa toda la comida que se exporta. Y también mostrar el trabajo silencioso que hacemos en los barrios, sacándolo a las calles para que la gente se entere lo que hacemos”, explicó Del Monte. Asimismo, denunció la suspensión de la entrega de alimentos secos por parte del gobierno nacional y la falta de interlocutores a quién reclamar.

“La CCC sola reparte en Rosario 10 mil bolsones de comida y tenemos 112 comedores. En Rosario debe haber por lo menos 500 ollas populares de todas las organizaciones. Hay una parte de la ciudad que come gracias a que puede encontrar un plato de comida en las ollas que sostienen las compañeras”, expresó y agregó: “No se envió más comida. Ni para las fiestas ni ahora. Ni siquiera tenemos con quien hablar”.

En la misma línea, Nerea Hernández, cocinera de una de las ollas populares de la CCC que funciona en barrio La Cerámica, en el noroeste de la ciudad, aseguró que deben garantizar cada vez más raciones de comida con menos recursos. “Tenemos más de cien ollas populares y no nos alcanza. La mayoría de los comedores reciben a más 300 personas y hay algunos que tratan de cocinar todos los días y otros que lo hacen día por medio, porque no llegan. Pero las porciones van aumentando y no tenemos para darle a tanta gente”, sostuvo.

En ese marco aseguró que la situación “es mucho más crítica” que en otras oportunidades: “Ni en pandemia hemos pasado tanta necesidad como ahora. El gobierno nacional directamente no tiene trato con nosotros y dejaron de enviar partidas de alimentos a los comedores. Eso es grave. Y estamos en las calles para que se conozca esta situación”.

En tanto, Alejandro Vegas, de Tu Movimiento- Barrios de Pie, señaló que la situación económica impacta de lleno en los sectores que menos tienen. La agrupación cuenta con unos 80 centros comunitarios en toda la ciudad que dejaron de recibir ayuda del gobierno nacional y la asistencia alimentaria que brindan en los barrios corre peligro. “La mercadería de nación no llega desde noviembre. Inclusive este gobierno tenía para entregar los módulos navideños y no lo hicieron. Hoy no podemos darle de comer a la gente y cada vez más familias lo necesitan”.

El sector gremial

A la jornada se sumaron dirigentes políticos, como el diputado provincial Carlos Del Frade, así como también distintos espacios gremiales como la CTA Autónoma Rosario y distintos gremios que forman parte del Movimiento Sindical Rosarino. La jornada se da en la previa al paro general convocado por la CGT en todo el país y que genera mucha expectativa por ser el primer reclamo de la central obrera contra el gobierno de Javier Milei. La convocatoria tendrá como eje el rechazo a las medidas que el Ejecutivo busca impulsar a través del decreto de necesidad y urgencia (DNU) y la Ley Ómnibus enviada al Congreso.

Al respecto, Alberto Botto, secretario general de Luz y Fuerza, destacó la unión de distintos sectores de la comunidad para hacer frente a las medidas del gobierno nacional que vienen “perjudicando el bolsillo de los argentinos”. En ese sentido cuestionó la legitimidad del DNU: “No es la forma en que nosotros creemos que se tiene que manejar la democracia en la Argentina. Hay un avasallamiento sobre la independencia de los poderes, que busca concentrar facultades en detrimento de los otros dos poderes del Estado. Y eso no puede llegar a pasar”.

Y pronosticó una “masiva” movilización en la ciudad, acompañando el paro del próximo 24 de enero. “Hemos logrado conformar una multisectorial de sectores preocupados por el presente y el futuro de la Argentina que nos vamos a movilizar. Va a ser un paro contundente en Rosario y es una convocatoria a todos los ciudadanos que se sientan perjudicados por estas medidas para que también nos acompañen”, manifestó. 

En tanto, Antonio Ratner, del gremio municipal de la ciudad, considero que la medida de fuerza del 24 “es el comienzo de un plan de lucha” que continuará hasta que el gobierno desista con las medidas que busca aprobar por DNU. Y destacó el movimiento de unidad que se está gestando en la ciudad: “A Rosario le hacía falta este proceso de unidad de todos los sectores. Por eso hoy estamos acá acompañando y el 24 nos vamos a concentrar todos en la plaza 25 de mayo, para que este decreto sea rechazado”.

 

En ese marco, aseguró que el reclamo por la suspensión en el envío de alimentos se sumará a la proclama de los gremios. “La falta de alimentos es una forma de extorsionar para que vos no puedas protestar. Es una extorsión oficial para los que menos tienen y más necesitan. Y contra esto hay que reaccionar, no hay otra posibilidad. Nos tienen que ver en la calle”, cuestionó.