El memorial que recuerda a las víctimas de la Masacre de Ayolas y Cafferata, donde fueron asesinados seis estudiantes universitarios en 1977, apareció esta semana incendiado, lo que configura un grave acto intimidatorio hacia la Memoria, Verdad y Justicia. El ataque, que fue advertido por vecinos de la zona al ver el espacio quemado, se produce a tan solo tres meses de que se descubrieran los restos de una de las jóvenes asesinadas en el cementerio La Piedad, hallados en una tumba NN.
Vecinos de barrio Bella Vista se sorprendieron esta semana al encontrar que un espacio dedicado al recuerdo de víctimas del Terrorismo de Estado sufrió un preocupante atentado. El memorial que contenía el nombre de las personas asesinadas fue prácticamente borrado intencionalmente mediante el uso de fuego. En el lugar solo quedó en pie una plaqueta en el que se puede leer: “1977 – 2008 Memorial Urbano DDHH FAYPD UNR”.
En 2008 el Área de Derechos Humanos de la Facultad de Arquitectura de la UNR inauguró el memorial que consiste con pequeñas losetas que contienen los nombres de seis estudiantes fusilados el 23 de enero de 1977 cuando militaban en la Corriente Universitaria por la Revolución Socialista (CURS). El lugar elegido fue en la esquina de la ex calle Ayolas (hoy Uruguay) y Cafferata, donde fueron trasladados, luego de ser torturados, para asesinarlos en una persecución y enfrentamiento fraguados por los represores para ocultar la masacre.
Se trata del segundo homenaje a las víctimas de la causa conocida como Feced III, ya que el primero se encuentra frente al ex Servicio de Informaciones de la policía provincial que comandaba Agustín Feced, en San Lorenzo y Dorrego, donde estuvieron retenidos Héctor Luis Fluxá (20) y su pareja Silvia Lidia Somoza (21), Mónica Cristina Woelflin (24), Nadia Doria (33), Gladys Beatriz Hiriburu (20) y su compañero Luis Enrique Ulmansky (24), quienes fueron secuestrados en distintos lugares de la ciudad el 20 de enero de 1977, entre horas de la madrugada y de la siesta, y con ellos otro hombre joven, Hugo Elías, que pudo escapar. Luego de ser torturados y asesinados, fueron sepultados como NN en el cementerio La Piedad.
Para sumar más indignación al preocupante ataque, se da a tan solo tres meses de que el Juzgado Federal N° 4 de Rosario informara que los restos hallados en una tumba NN del cementerio La Piedad corresponden a Woelflin, la última víctima que pudo ser identificada y su cuerpo devuelto a su familia gracias a un trabajo de investigación llevado a cabo por el Equipo Argentino de Antropología Forense (Eaaf) en esa necrópolis bajo la dirección de la Unidad Fiscal de Asistencia para causas de violaciones a los Derechos Humanos cometidos durante el Terrorismo de Estado de Rosario, a cargo del fiscal general Adolfo Villatte.
Por el momento no se conocen datos precisos del atentado ni la identidad de los responsables. El hecho trascendió a partir de la denuncia de vecinos que informaron a Rosario/12 sobre lo ocurrido y enviaron fotos de cómo quedó el memorial luego de ser incendiado.