El Guinness World Records tomó una medida sorpresiva para uno de sus logros destacados: en las últimas horas, decidió retirar provisoriamente la distinción a Bobi, el perro más longevo de todos los tiempos -que murió a los 31 años-, porque surgieron dudas sobre su edad.

"Decidimos suspender temporalmente los títulos de 'perro vivo de mayor edad' y de 'perro más viejo de todos los tiempos'", dijo un portavoz de Guinness, que certifica récords mundiales.

Ante esta determinación, Leonel Costa, dueño de Bobi, sostuvo que "todas las sospechas son infundadas", recordando que el procedimiento de verificación "duró casi un año".

Asimismo, Costa atribuyó los cuestionamientos a "cierta élite del mundo veterinario" que se resiste a aceptar que Bobi siempre comió "alimentos naturales" y no productos caninos.

Los cuestionamientos sobre Bobi

Bobi murió en octubre pasado en la localidad portuguesa de Conqueiros (centro de Portugal), con 31 años y 165 días, según un comunicado publicado en ese momento por el portal de Guinness World Record, que le había conferido el título de perro más longevo del mundo en febrero de 2023.

Bobi era un rafeiro de pura raza, con una esperanza de vida media de 12 a 14 años, que vivía en una casa con muchos gatos.

Cuando nació, los niños de la familia lo escondieron para que no fuera sacrificado como los perros nacidos de la misma camada.

Las dudas sobre su edad surgieron por diferencias de color en sus patas, amarillas cuando era un animal joven, y las más recientes, según la investigación de una revista.

En las fotos más recientes, las imágenes no parecen mostrar los signos de un perro muy viejo, como "problemas de movilidad" o "masa muscular", dijo el veterinario Miguel Figueiredo, de la clínica Joao XXI de Lisboa, cuando se conoció el récord.

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