La Federación Argentina de Trabajadores de Luz y Fuerza, conjuntamente con el Sindicato Regional de Luz y Fuerza y el Sindicato de Luz y Fuerza de la Zona del Paraná; con ámbito de representación en la empresa Nucleoeléctrica Argentina S.A., nos dirigi- mos a la opinión pública y a nuestros compañeros trabajadores para expresar nuestra profunda preocupación y rechazo ante los intentos de privatización de las centrales nucleares en Argentina.
La ley ómnibus presentada por Javier Milei al Congreso tiene como objetivo avanzar con la privatización de empresas públicas, dentro del listado que se incluye como anexo en la ley, se menciona a NASA.
Estamos convencidos que las centrales nucleares son un pilar fundamental en la generación de energía de nuestro país. No solo proveen electricidad a millones de hoga- res y empresas, sino que también contribuyen a la soberanía energética y al desarrollo tecnológico. La seguridad, la eficiencia y la continuidad del suministro dependen de su correcto funcionamiento y gestión.
Nuestro país es pionero y referente en el desarrollo nuclear con fines pacíficos en la región. El prestigio obtenido ha sido producto del compromiso de sus trabajadores y del correcto manejo de un Estado Nacional que cree en el desarrollo energético como puntapié del crecimiento.
De la misma forma que en la década del 90, se vuelve a utilizar viejas recetas y a percibir nuevos intentos que buscan transferir la operación de estas centrales a manos privadas. Esto representa un riesgo inaceptable para nuestra nación. Queremos exponer algunas razones por las cuales nos oponemos firmemente a esta medida:
1. Seguridad Nacional: Las centrales nucleares no son meras infraestructuras; son activos estratégicos para la seguridad nacional. Su operación debe estar en manos del Estado, que garantiza los más altos estándares de seguridad y protec- ción radiológica.
2. Experiencia y Conocimiento: Los trabajadores nucleares han dedicado años de formación y experiencia para operar estas instalaciones de manera segura y eficiente. La privatización pondría en riesgo este valioso capital humano.
3. Inversiones y Mantenimiento: La inversión en infraestructura y mantenimien- to es esencial para el funcionamiento óptimo de las centrales nucleares. La privatización podría comprometer la inversión necesaria y afectar la confiabili- dad de nuestro sistema eléctrico.
4. Transparencia y Rendición de Cuentas: El Estado tiene la responsabilidad de garantizar la transparencia en la gestión de estos recursos. La privatización podría dificultar la supervisión y el control ciudadano sobre estas operaciones críticas.
5. Exportación de Tecnología: Nuestras centrales nucleares han desarrollado tecnología de vanguardia. Privatizarlas podría permitir que esta tecnología caiga en manos extranjeras, perdiendo así una ventaja estratégica para nuestro país.
En resumen, la privatización de las centrales nucleares sería un grave error que pondría en riesgo nuestra seguridad, nuestra economía y nuestro futuro. Como trabaja- dores, nos oponemos firmemente a cualquier intento de despojar al Estado de su rol fundamental en la gestión de estas instalaciones.
También es inaceptable que nuestro país regale décadas de desarrollo y conoci- miento. Todo el trabajo y esfuerzo, contribuyó a ganarnos el respeto a nivel internacional con múltiples acciones, entre ellas la construcción del reactor CAREM, el primero 100% nacional, que nos direcciona a convertirnos en líderes mundiales en el segmento de reac- tores modulares de baja y media potencia.
Hacemos un llamado a la sociedad, a las organizaciones sindicales y a todos los ciudadanos conscientes para que se unan a nuestra lucha en defensa de nuestras centra- les nucleares y de un futuro energético soberano para Argentina.