Durante un operativo de fiscalización catastral realizado en el partido de General Pueyrredón, la Agencia de Recaudación de la provincia de Buenos Aires (ARBA) detectó más de 120 mil metros cuadrados construidos que propietarios y desarrolladores no habían declarado y, en su mayoría, pagaban el tributo Inmobiliario de los inmuebles como si se tratasen de baldíos.

Gaspar Spiritoso, subdirector de Acciones Territoriales y Servicios de ARBA, explicó que “la labor de fiscalización presencial, que se llevó a cabo en countries y edificios ubicados en zonas selectas de Mar del Plata, nos permitió confirmar maniobras de evasión que habíamos detectado, previamente, a través de los controles por imágenes satelitales”. 

Los 120 mil metros cuadrados que no estaban registrados ante el catastro provincial corresponden a 57 edificios en altura, algunos con departamentos residenciales, otros con oficinas y cocheras, y 113 casas —con y sin pileta— pertenecientes a urbanizaciones cerradas, que poseen instalaciones exclusivas, como hostería, club house y cancha de golf. Las viviendas en estos countries tienen un valor de mercado de entre 400.000 dólares y 800.000 dólares.

Dentro de los edificios en altura, se destaca el caso de una lujosa torre de 14.000 metros cuadrados, que continuaba declarada por la empresa desarrolladora como un baldío. Este predio forma parte de un importante complejo residencial ubicado frente al mar, que cuenta con departamentos que en el mercado se comercializan por encima de los 335.000 dólares.

Al incorporar la torre al catastro, el valor de la partida inmobiliaria se incrementará en 182 millones de pesos, y los desarrolladores deberán hacer frente a multas de hasta 25 millones de pesos por no cumplir con los deberes formales que les corresponden a los contribuyentes.

“Esta torre sin registrar que detectó ARBA es la tercera de ese sofisticado complejo emplazado en la zona de Playa Chica. En todos los casos, la empresa a cargo del proyecto solo declaró la construcción de los edificios cuando fue intimada por el organismo, lo que muestra claramente un comportamiento especulativo respecto de la cuestión tributaria”, subrayó Spiritoso. De hecho, la primera torre se registró en 2017, luego de un control catastral de la Agencia de Recaudación. La segunda fue declarada en el verano de 2021, después de la intimación del organismo. Eso se repite ahora con el tercer edificio del complejo.