La mayoría de los policías detenidos y procesados en el marco de la causa que investiga la muerte de Franco Casco fueron trasladados al penal federal de Marcos Paz. Se trata de 13 agentes sindicados por la desaparición forzada del joven que llegó de Florencio Varela para visitar a sus familiares de Rosario y terminó flotando en el río Paraná, en 2014. En tanto, dos uniformados de la división de Asuntos Internos continuarán alojados en penitenciarias provinciales, por trámites propios con el Servicio Penitenciario.

El traslado se cumplimentó por orden del juez federal Carlos Vera Barros, quien mandó a juicio a los agentes detenidos por la causa Franco Casco. En total, son 15 los procesados con prisión por la investigación por la muerte del joven. Dos de ellos, sospechados por presunto encubrimiento agravado -de la División de Asuntos Internos- quedaron en unidades penitenciarias de la provincia.

Los traslados se efectivizaron el anteayer, luego de varios reclamos de los imputados y sus defensores para quedarse en la provincia. Los dos que lograron quedarse son el ex jefe de la División de Asuntos Internos Aníbal Candia y otro agente de esa división, quienes serán alojados en la unidad penitenciaria Nº 2 de Las Flores y Nº 11 de Piñero.

A principios de octubre, el juez federal dispuso el procesamiento de todos los agentes indagados, incluidos los cinco funcionarios de Asuntos Internos, quienes quedaron detenidos junto con otros diez policías de la seccional 7ª, en la causa por la muerte y desaparición forzada de Franco Casco.

En tanto, esta semana el nuevo defensor de dos de los cinco agentes de Asuntos Internos solicitó que el fiscal Guillermo Apanowicz, que intervino cuando la causa era de competencia provincial por búsqueda de paradero; y el ex secretario de Control de las fuerzas de seguridad Ignacio Del Vecchio, sean citados a declarar en carácter testimonial ante el juez.

La teoría del caso de la Fiscalía y de los querellantes es que Franco fue detenido en la comisaría 7º por averiguación de antecedentes y terminó muerto allí dentro, a causa de golpes que le propinaron. La misma sospecha apunta a que finalmente su cuerpo fue arrojado al río Paraná en octubre de 2014. Fue hallado tres semanas después.