Más de 250.000 personas se manifestaron este sábado en Alemania para denunciar la participación del partido de ultraderecha AfD en una reciente reunión con neonazis y empresarios que discutieron un proyecto de expulsiones masivas de inmigrantes y "ciudadanos no asimilados".
Desde el viernes y hasta el domingo se convocaron manifestaciones en más de 100 localidades para expresar su rechazo al partido Alternativa para Alemania (AfD), segundo en las encuestas a nivel nacional. En Fráncfort, cerca de 35.000 personas se congregaron el sábado bajo el lema "Defiende la democracia -- Fráncfort contra AfD", según estimaciones de los organizadores.
Por todo el país
Un número similar de personas se manifestaron en la ciudad de Hanóver, más al norte, con carteles en los que se podía leer "fuera nazis". También hubo protestas en Braunschweig, Erfurt, Kassel y localidades más pequeñas, como ha ido ocurriendo diariamente desde hace una semana. En total, los organizadores estiman que la participación a nivel nacional fue de 100.000 personas.
Además de algunos políticos, la iglesia y la federación nacional de fútbol han llamado a expresar su repulso a AfD que entró en el Bundestag, la cámara baja del Parlamento en 2017. Las concentraciones se suceden desde que el medio de investigación Correctiv se hiciera eco el 10 de enero de una reunión secreta en Potsdam, cerca de Berlín, donde se discutió un proyecto de expulsión masiva de inmigrantes, solicitantes de asilo y ciudadanos alemanes "no asimilados".
Entre los participantes había miembros de AfD. También asistió una figura del movimiento identitario radical, el austriaco Martin Sellner, además de neonazis y empresarios. El partido confirmó la presencia de sus miembros en la cita, pero aseguró que no apoyaba el proyecto de "reemigración" presentado por Sellner.
La teoría del "gran reemplazo"
El austriaco respalda la teoría de la consipiración del "gran reemplazo", según la cual existe un complot de inmigrantes no blancos para sustituir a la población blanca "nativa" de Europa. La noticia provocó una ola de indignación en el país, que parecía haberse acostumbrado al auge de AfD en los sondeos.
El partido es el favorito para ganar las elecciones regionales en otoño en tres Estados federados del este: Sajonia, Turingia y Brandeburgo. El jefe del gobierno, el socialdemócrata Olaf Scholz, pidió el viernes en un comunicado que "todo el mundo" se posicione "a favor de la cohesión, de la tolerancia" y "de nuestra Alemania democrática".
Scholz participó en una protesta el fin de semana pasado y subrayó que cualquier proyecto que buscase expulsar a personas de origen extranjero suponía un ataque contra la democracia.
Friedrich Merz, líder del partido de la oposición conservadora CDU, escribió en X que es "muy alentador que miles de personas se manifiesten pacíficamente contra el extremismo de derecha".
La cadena de televisión púbica ARD estima que la participación nacional fue de unas 250.000 personas. Otras protestas tendrán lugar el domingo, entre ellas en Berlín y en Dresde, bastión del partido antiinmigración y antisistema.