El jueves comienza una nueva temporada en el fútbol argentino y los equipos de la ciudad llegan con realidades contrapuestas. Central se preparó para defender el título con un plantel mejorado y donde no hay mayores dudas sobre lo que se quiere hacer en cancha; Newell’s asume la presión de lograr el protagonismo que perdió en los últimos diez años y se lanza a la apuesta de la contratación de un técnico extranjero que expande la incertidumbre tras la decepción generalizada del paso de Gabriel Heinze. Lo que tienen en común canayas y leprosos es que pisaron el mercado de pases con inversiones importantes, los auriazules para afrontar la Copa Libertadores, los leprosos para intentar volver a pelear por el título.
Un equipo ya hecho. Central tiene obligaciones grandes en 2024. La primera de ellas defender el título que logró el pasado mes de diciembre. El jueves larga su camino ante Atlético Tucumán de visitante. Y saldrá a la cancha con escasas preguntas a resolver. Porque lo interrogantes en Arroyito están en la condición física de Jaminton Campaz, quien no hizo la pretemporada, y de Abel Hernández, el uruguayo que el club contrata para reemplazar los goles de Alejo Veliz, vendido en el último receso de invierno. La dirigencia de Central no solo preservó la totalidad del equipo campeón sino que lo mejoró con Hernández y la vuelta de Mauricio Martínez. Tanto Martínez como Hernández se suman para ser titulares. El defensor Agustín Bravo, en cambio, para sumar alternativas a la defensa.
La ventaja de los canayas es clara: el equipo tiene ideas consolidades. Su juego puede no lucir, genera pocas situaciones de gol, pero es la receta del campeón y los jugadores se convencieron hace tiempo de lo que propone el entrenador. Por eso no hay muchas preguntas a responder sobre el equipo. Broun es la figura del arco, la defensa titular es con Damián Martínez, Mallo, Quintana y Sandez; el mediocampo tiene una línea de tres que asoma definida con O’Connor, Mauricio Martínez y Ortiz; en la generación de juego la dupla consagrada: Malcorra y Campaz. El puesto de delantero es la única discusión abierta. Hernández o Lovera. Pero Russo se ha mostrado dispuesto a resignar un volante en el medio para sumar un delantero, planteo que mostró en la final ante Platense. Así, el ideal es sin dudas con Broun; Martínez, Mallo, Quintana, Sandez; O’Connor, Ortiz, Martínez; Malcorra, Campaz; Hernández o Lovera.
Un equipo por hacer. La situación en Newell’s, tras el paso de Heinze como entrenador obligó a la dirigencia a repensar todo. Los leprosos, en primer lugar, decidieron contratar un delantero: casi cuatro millones de dólares se pagan para sumar a Juan Ignacio Ramírez, goleador de Nacional de Uruguay. Una inversión extraordinaria que evidencia el reclamo de los hinchas de ver en cancha a un goleador, tras los ensayos infructuosos de Heinze de reemplazar la figura del nueve con generación de juego colectivo.
Todo lo que hace Newell’s es muy diferente a lo que hizo el año pasado. Incluso el club contrató al uruguayo Mauricio Larriera, dejando a un lado a los candidatos de la casa que podían ocupar el cargo. Los números de Larriera como técnico no entusiasman. La dirigencia lo trajo, por el contrario, por su forma de trabajar y porque facilitó la llegada de los refuerzos uruguayos, como Ramírez y el volante Rodrigo Fernández.
Es por eso que sobre el juego, lo que se podrá ver en cancha del equipo todo es incógnita por el momento, propio de un proceso nuevo. Entre las certezas, Larriera no buscará experimentos tácticos para dar con el equipo. Una línea de cuatro en el fondo, un mediocampo reforzado con la clase de Ever Banega y una ofensiva construida con las corridas de Brian Aguirre y Francisco González para asistir el nueve: Ramírez. Dudas hay muchas, una de ellas en el arco, con Ramiro Macagno y Lucas Hoyos peleando el puesto. El ex Platense saca algo de ventaja para iniciar de titular. La defensa es con Méndez, Velázquez, Glavinovich y Martino; en el mediocampo hay lugar para Franco Díaz, Julián Fernández y Banega y lo dicho en ataque. Primeros bosquejos de una idea que Larriera debe hacer germinar con la urgencia de ver los brotes desde el jueves en Santiago del Estero ante Central Córdoba.