“No tiene que salir la ley ómnibus ni como ley bicicleta.” Esta es una de las tantas definiciones que dejó el Avellanedazo, la marcha contra el paquete de medidas impulsados por el presidente de la Nación, Javier Milei. Más de 25 mil personas encabezadas por el intendente local, Jorge Ferraresi, se manifestaron al grito de “la Patria no se vende” y una clara oposición a las iniciativas libertarias que bajan desde la Casa Rosada. “La movilización siempre hace reflexionar y esperamos que se replique”, señaló el jefe comunal de Avellaneda.
“Hace catorce años que soy intendente y es la primera vez que no puedo planificar, porque no hay obra pública, no hay precios, no se sabe qué va a pasar estos cuatro meses, no hay recursos nacionales, hay recorte de fondos a las provincias y por tanto llega menos a los municipios y es una época donde la gente prioriza y la tasa municipal no está entre las primeras prioridades”, explica Ferraresi sobre la situación que atraviesa su municipio en diálogo con Buenos Aires/12.
Entre fotos con los vecinos y vecinas luego de que finalizó el acto en Plaza Alsina, donde confluyó la caminata de más de seis kilómetros que comenzó en Wilde, Ferraresi habló de una movilización “extraordinaria”. Recordó que el evento fue producto de una serie de encuentros multisectoriales de los distintos sectores afectados por el DNU y la ley ómnibus de Milei que derivó en un plenario el pasado 17 de enero.
Allí se decidió la movilización que partió de Avenida Mitre y Las Flores. “Fuimos hablando con los vecinos porque los salarios no alcanzan, hay una Argentina que se regala y una concentración económica en unos pocos”, detalló el intendente de Avellaneda, uno de los más cercanos a la construcción política del gobernador bonaerense, Axel Kicillof.
Su mirada sobre las manifestaciones populares es que “cuanta más gente esté en la calle, la disputa política estará abierta”. Confía en que el mecanismo de la labor multisectorial y las expresiones públicas a base de movilizaciones se repiten en todo el territorio de la provincia y el país. “Después de la derrota que tuvimos siempre hay heridos, pero es bueno que haya estas convocatorias porque surgen nuevos dirigentes”, indicó Ferraresi.
“El peronismo tiene un debate interno que resolver”, señaló. Y agregó: “La legitimidad en este tiempo es de los que ganaron las elecciones, sean gobernadores o intendentes, y somos los responsables de ponernos al frente”, remarcó Ferraresi y se hizo eco de que en Avellaneda “el 58 por ciento votó algo diferente al Gobierno Nacional”.
La Patria no se vende
La frase se repitió incansablemente a lo largo de las más de treinta cuadras que separaron el punto de partida en Wilde hasta el escenario emplazado en el centro de la avenida Mitre frente a la Plaza Alsina. La primera E de la palabra vende se estiraba con más fuerza en cada cuadra y nueva posta donde se sumaban más vecinos a la movilización.
La cartelería fue el eje de la creatividad. La reconversión del “No la ven” que profesan Milei y sus seguidores sobre la supuesta incapacidad de parte de la sociedad de percibir la efectividad de las medidas que toma el Gobierno Nacional, motorizó varios carteles. “La que no vemos es la luz, porque no la podemos pagar”, reza la hoja sobre la mochila del nieto de Mariela, vecina de Piñeyro, que marcha para que no salga la ley ómnibus.
“Este Gobierno nos golpea todos los días, de esa ley no tiene que salir nada, ni como ley bicicleta”, dice con fuerza. A su lado y un poco más atrás, también se ven hojas con “La que no vemos es la de poder comer asado los domingos”, así como de un reclamo por “ver” la yerba.
Tras una bandera argentina que recorría el ancho del carril central de la avenida Mitre, se ubicaron los militantes de la multisectorial cultural, la agrupación Eva Perón, el Movimiento Evita, Barrios de Pie, los Feriantes de Avellaneda, la UOCRA, la CTA de los Trabajadores, la CTA Autónoma, el Espacio Puebla, la Liga Vecinal de Wilde, Wilcoop Cultural, el centro cultural Malvinas Argentinas, y otros tantos espacios de la sociedad avellanedense.
Con un sol que se recostaba sobre la izquierda de los manifestantes y daba lugar a una brisa que desde las 7 de la tarde apaciguaba el calor, las colectoras era un desfile de vehículos que en varias cuadras prestaban su bocina de acompañamiento. Porque no todos marchaban, y en varios puntos del recorrido, grupos de vecinos, como el caso de Jorge de Sarandí, se apostaban entre los palos borrachos del boulevard de la avenida para sacar una foto y corear el: “Traigan al gorila de Milei, para que vea…”
Más allá de algún que otro canto que empieza a tomar tono folklórico, todo se vivió en paz. Ni el grito de un colectivero ofuscado por el desplazamiento de las más de seis cuadras de gente opacó la jornada. Desde la línea 17, la 10 y la 278 llegaron gritos de aliento.
En Supisiche y la avenida esperaba con su pancarta la Multisectorial Sarandí para sumarse a la marcha. “Soy Luis Berrozpe, de la unidad básica Jorge Berrozpe, detenido desaparecido durante la dictadura, y venimos a pronunciarnos contra el DNU y la ley de Milei al que consideramos un gobierno autoritario”, dice con la voz sentida.
Ricardo se acercó desde Lanús. Se sumó con una remera que pide “Juicio y Castigo”, en pleno apogeo de la reivindicación de genocidas por parte de la, por estos días, bastante silenciosa vicepresidenta de la Nación, Victoria Villarruel.
Al arribar al cruce con la calle Coronel Suárez, se encuentra el cartel que denomina a esa esquina en homenaje a los desaparecidos Carlos del Rio Ivancich y Margarita Cuello. En ese punto se acoplaron a la movilización un grupo de personas con un claro cartel: “Las personas con discapacidad no somos la casta”.
Un cierre con estallido
El arribo al escenario fue con orden y saltos. La locutora pidió gritos y cantos. La Patria no se vende volvió a hacer presente. Cuatro artistas esperaban sobre las tarimas para tomar la palabra: las actrices Cristina Banegas y Rita Cortese, junto al cantante Norberto González y el actor Guillermo Marcos. Con el recitado de poemas de Juan Gelman, de Mario Bendedetti, y citas de Juan Domingo Perón y Simón Bolívar, todos cosecharon largos aplausos de los presentes.
El turno de la música vino de la mano de Mamavintage, el crédito local, que reversionó una serie clásicos del rock argentino. Entre ellos, el mítico tema de Bersuit Vergarabat, que en esta ocasión tuvo una leve reconfiguración de sus versos y se cantó así: “Se viene el estallido de mi garganta, de tu gobierno… ¡Milei!”