Banda emblema de la música independiente de Rosario, desde muy pibes se destacaron por proponer algo distinto en el circuito. Intervenciones teatrales, vestuario extravagante, mística y una oscuridad poética que se transmitía en el vivo y a través de las canciones. Así gritó el dictador (2012), el primer disco de estudio, arranca con una frase que podría decirse hoy: “El dictador grita cachengue, la caja tiene que facturar” una especie de metáfora y diagnóstico de cómo venía la mano en la noche rosarina.
Pero a Los Cuentos nunca les importó mucho como venía la mano. Lejos de buscar “pegarla” o de amoldarse a los sonidos de moda, crearon y sostuvieron un estilo a lo largo de los años. Guitarras brillantes, percusión hipnótica y una base bien viajera - protagonista de a ratos - en paisajes casi oníricos que motivan a bailar. Cinco discos de estudio recrean ese estilo: una fusión caprichosa entre lo analógico y lo digital. Integrado por por E'bo ("Colo") en voz, guitarras, síntesis digital, programaciones; Kolia en bajo, contrabajo; Tincho en percusión; Li en guitarra eléctrica, y Eric en batería.
"Es una banda de rock que fusiona géneros. Se apuesta mucho a lo rítmico y a la psicodelia, pero también a lo físico y a lo introspectivo. Nos han dicho que somos una mezcla de Depeche Mode y Antonio Ríos, para decirlo bien burdo", sostiene E'bo Colo. Y agrega que "en ¿Qué es el laberinto? (2015) abrazan la psicodelia, y no la soltarán más. Los sintetizadores,riffs y voces distorsionadas, plantan bandera con un mensaje que se volverá estandarte: “Sepan disculparnos de este mambo de la consciencia” dicen, como chicana o como ironía, porque Los Cuentos nunca pidieron disculpas y mucho menos permiso".
Inclasificables, inquietos e impredecibles son tres adjetivos claros. El primero, porque la mixtura de rock, cumbia y música electrónica muchas veces se queda corta. Hay más colores y géneros en los temas de Los Cuentos. Inquietos, porque nunca dejan de moverse, oscilando entre el estudio, el vivo, la pista y el Bazar, laboratorio, sala de ensayo y centro neurálgico del grupo. Impredecibles, porque siempre desbloquean un espacio, una idea, una nueva dificultad. Sus planes son ambiciosos y jugados en cuanto a producción y puesta. Y siempre llevan la vara un poquito más allá.
"Más allá del disparador, las ideas surgen de las reuniones, las juntadas. Estar juntos y decir…¿Che y si hacemos esto? Por eso siempre fueron muy necesarios los equipos: gente del cine, de las visuales, del teatro, del arte, bailarines...gente de otras ramas del arte que se ceba y se copa. Siempre que hacemos alguna, lo más importante es armar un grupo lo más multidisciplinario posible y ahí la idea crece", explica el vocalista.
El Río Curvas (2019) evidencia un crecimiento. Un disco que buscaron y trabajaron en conjunto,dejando un poco la lírica rebelde de los primeros dos, para darle espacio a instrumentales maceradas y letras más despojadas, no por eso menos contundentes. “Si entrenaste perros con palo y jaula, no te quejes si te quieren morder” El material es intenso y escucharlo invita a sumergirse en los colores y las texturas de nuestro litoral.
En la pandemia - cuando el aislamiento apretaba y obligaba a aplacarse- Los Cuentos se animaron a crear junto a sus seguidores. Diecisiete temas cortos, de - a lo sumo - un minuto, vieron la luz en remoto y fueron entregados, para que los fans les pusieran imágenes. Un proceso de ida y vuelta de casi un año que hoy se plasma en Cuentos Aislados. Después de eso, La Entrega, material de casi veinte minutos de duración que fue grabado en vivo, junto a su gente. Una especie de homenaje a un público fiel que fue creciendo con ellos y que hoy es parte de los shows.
"Al principio fue re duro… “Callate y tocá” nos gritaban. ¡Otra banda! (ríe). Pero más o menos desde que cumplimos diez años que el festejo explotó y desde ese día la conexión con el público es muy picante. La gente se prende fuego cuando tocamos. Es muy lindo lo que pasó y cómo se fue transformando esa química. El público se volvió parte del show en nuestros recitales", asegura E'bo Colo.
Entre la música, la literatura, el río y el cemento están Los Cuentos de la Buena Pipa. Una fusión psicodélica que busca siempre, mover. Resistiendo, refundando y re-inventando nuevas formas de crear en la ciudad de Rosario. Contra viento y marea, bajando y subiendo. Pero siempre en movimiento. Y con otros. Porque hay algo que entendieron hace rato: hay que saber volar kilómetros para encontrar lo que se quiere.