“Cada escritor siente el horror y la belleza en ciertas facetas del mundo. Manuel Mujica Lainez los sintió con singular intensidad en la declinación de las grandes familias antaño poderosas”, escribió Jorge Luis Borges a propósito de la novela Los ídolos. Ese interés encuentra un germen en su propio árbol genealógico: su abuelo paterno era descendiente del fundador de Buenos Aires, Juan de Garay.
Esa mirada sobre el derrotero de las clases altas se puede hallar también en su faceta de cronista. El arte de viajar (Fondo de Cultura Económica) compila crónicas periodísticas que el autor de Bomarzo escribió entre 1935 y 1977 durante sus viajes por el mundo.
Mujica Lainez visita las famosas capitales europeas, narra las costumbres de su población, observa las ruinas de posguerra, describe la Alemania de Hitler y, con sorpresa, descubre que incluso como huésped de uno de los mejores hoteles de Londes se verá afectado por el racionamiento de comida y solo podrá acceder a un huevo por mes.