Un nuevo episodio de violencia en la Eredivisie sacudió al fútbol de los Países Bajos cuando hinchas del Vitesse ingresaron a su cancha para intentar agredir a jugadores propios y del Feyenoord, luego del gol del 2-1 visitante.
El hecho ocurrió cerca del final cuando aproximadamente unos 20 hinchas del equipo local -todos encapuchados y vestidos de negro- se dirigieron hacia uno de los bancos de suplentes derrumbando a los agentes de seguridad en su camino. Los jugadores de ambos equipos se escaparon inmediatamente hacia los vestuarios y el partido fue suspendido.
Como no llegaron a consumarse incidentes -aunque supuestamente destruyeron la cabina del VAR-, después de casi media hora y con la cosa tranquilizada, se jugó lo que faltaba.
El Vitesse marcha último en la liga neerlandesa, con 12 puntos en 18 fechas (son 34 en total) y a cinco unidades de la zona de salvación. El club pidió disculpas por lo sucedido y anunció que investigaría a los hinchas en cuestión para luego sancionarlos.
Esta es la segunda vez que un hecho de violencia suspende un partido en la actual temporada de la máxima categoría naranja. En septiembre pasado, los hinchas del Ajax empezaron a lanzar objetos contundentes y bengalas a la cancha cuando los suyos estaban siendo goleados por -nuevamente- el Feyenoord. El clásico fue suspendido y los disturbios siguieron en las tribunas y alrededores del estadio. Por entonces, el gigante neerlandés se encontraba en zona de descenso tras un muy mal arranque de liga (hoy está quinto).