En el segundo día de la cumbre los jefes de Estado y de gobierno de la Unión Europea analizaron posibles propuestas de reformas del bloque que impulsa el presidente francés, Emmanuel Macron.
Tusk planteó un mapa de ruta hasta mediados de 2019 y respaldó la idea de que las instituciones europeas tomen más decisiones que afecten la política y la economía interna de los países miembros, inclusive en la Eurozona.
Además, ayer, a pedido de la Canciller de Alemania Angela Merkel, la UE aprobó reducir las ayudas financieras a Turquía, una muestra más de que la candidatura de Ankara para ingresar al bloque ha muerto, víctima de la creciente tensión diplomática entre el gobierno de Recep Tayyip Erdogan y varios líderes europeos.
En la resolución final de la cumbre guardaron un lugar para ratificar su apoyo al acuerdo nuclear internacional con Irán, puesto en duda recientemente por el presidente de Estados, Donald Trump. Los dirigentes decidieron apoyar y mantener el acuerdo nuclear con Irán, para lo cual habrá conversaciones con el Congreso estadounidense. Los líderes europeos advirtieron asimismo a Estados Unidos de que no debe seguir una vía militar con Corea del Norte, aunque a la vez amenazaron a este país con más sanciones. También se acordó una estrategia para cerrar definitivamente la ruta de llegada de inmigrantes a través del Mediterráneo, para lo cual la UE cooperará con Libia y se ampliará el fondo de prevención de las causas de la emigración desde África.