El mayor vertedero de Panamá, considerado un desastre ambiental, retomó la recepción de desechos tras controlarse al 100 % el incendio que afectó el depósito de llantas, que generó una espesa nube tóxica que afectó el viernes y el sábado a buena parte de la capital del país.

El fuego comenzó a finales de la tarde del jueves en dos sectores de Cerro Patacón, situado en la capital panameña, y para este domingo el fuego estaba controlado en un 100 % en el depósito de llantas y en un 85 % en el sector conocido como 'calle 50', precisó un comunicado de la Presidencia.

"Los diferentes equipos se mantienen en el punto ya en la última fase del proceso de extinción" del incendio, que afectó entre 6 y 8 hectáreas del relleno a cielo abierto, que se extiende por más de 130 hectáreas.

El Gobierno informó además que se había reactivado al 100 %, aunque de forma supervisada, la recepción de desechos y compactación en Cerro Patacón, que capta más del 40 % de toda la basura generada en este país de 4,28 millones de habitantes.

Este incendio, uno de los tantos que con frecuencia ocurren en el vertedero, generó una espesa nube tóxica que llevó a las autoridades a pedir a los habitantes de la capital el uso de mascarilla y a cerrar las ventanas y puertas de las casas. Varias decenas de personas requirieron atención médica sin que sus casos llegaran a ser graves, de acuerdo con la información oficial.

Foto: EFE

"Cerro Patacón es un desastre ambiental, sanitario y de imagen para el país"

Los ambientalistas acusan la mala gestión del sitio dada la pésima disposición y tratamiento de los residuos, la ausencia de clasificación y reciclaje, déficit de personal y retraso tecnológico.

"Cerro Patacón es un desastre ambiental, sanitario y de imagen para el país", reconoció en junio de 2021 el ministro de Ambiente, Milciades Concepción. El Gobierno está en busca de una nueva empresa que gestione el relleno sanitario en medio de duras críticas por una alegada lentitud y falta de transparencia.

El vertedero abarca más de 130 hectáreas,
pero el impacto de su toxicidad alcanza unas 9 mil hectáreas, según estudios ambientales.

La recolección de basura es uno de los problemas más graves que afrontan las comunidades panameñas en general, situación que se atribuye tanto deficiencias en la recogida como a una falta de cultura de depósito de desperdicios.