El presidente de Argentores, una asociación civil de gestión colectiva de derechos de autor, Miguel Ángel Diani, cuestionó este lunes por AM750 la ley ómnibus enviada a la Cámara de Diputados por el Gobierno de Javier Milei y denunció que el ataque a la cultura solo se explica “porque hay un negocio detrás”.
En concreto, se manifestó en contra de las modificaciones que plantea el proyecto con relación a la Ley de Propiedad Intelectual, donde se promueve la descentralización de las entidades como Sadaic (Sociedad Argentina de Autores y Compositores de Música) o Argentores (Sociedad General de Autores de la Argentina).
Estos cambios generaría que estos colectivos pierdan su condición de única representación de cada rubro artístico para compartir esta tarea con otros colectivos o incluso artistas que a título individual deseen gestionar sus derechos de autor.
“La desregulación es un certero ataque al corazón de las sociedades de gestión. Argentores nació como mutual, porque nuestros fundadores ya tenían en claro de qué se trataba la vida del artista. La discontinuidad laboral que tiene”, recordó.
Y dijo: “Solamente el 20 por ciento de nuestros trabajadores logran llegar a una edad madura tranquilos económicamente. Si no existen sociedades de gestión que los contienen, su vida se pone muy complicada”.
A lo que dijo que se le debe sumar que “están intentando, a través de una falacia, que es la autogestión, crear independientemente agencias que trabajen gestionando derechos, cosa que no se puede hacer y prohibir la mutualidad”.
“Así queda desbastado el mundo artístico. Y el impacto que produciría en los mismos empleados de las entidades. Porque si los recursos se achican va a ser muy difícil mantener a los empleados. Es devastador por donde lo veas”, denunció.
Tras toda esta explicación, el titular de Argentores aseguró que es mentira que entidades como Argentores dependen de la plata del Estado, y explicó que los fondos salen del propio ambiente de gestión cultural.
“Todas las ayudas que damos, las entidades de gestión, no tienen que ver con recursos del Estado. Son recursos generados por un ecosistema virtuoso entre los mismos asociados que eligen ser asociados”, dijo.
Y finalizó: “Si no le sacamos un solo peso al Estado, tenemos un sistema virtuoso, que funciona, ¿por qué vamos a romper algo que funciona bien? La única forma de entender es porque hay un negocio atrás”.