La lluvia de inversiones extranjeras sigue sin aparecer. En septiembre entraron 80 millones de dólares del exterior para actividades productivas, casi la mitad que en junio y la más baja de los últimos 22 meses. Los datos son parte del informe de Balance Cambiario del Banco Central y muestran uno de los grandes problemas estructurales de la economía argentina. El país no consigue generar dólares genuinos por inversiones en la economía real o superávit del intercambio comercial, lo que genera mayor presión para aumentar el ritmo de colocación de la deuda externa. El documento de la autoridad monetaria registró además que la entrada de capitales para especular con el negocio de la bicicleta financiera alcanzó un récord el mes pasado de 2697 millones de dólares, la cifra más elevada de los últimos 15 años.
El Balance Cambiario registró que en los primeros nueve meses del año ingresaron unos 11.422 millones de dólares en inversiones de portafolio (entrada de dólares especulativos), mientras que las inversiones extranjeras directa sumaron 1890 millones de dólares en el mismo período. Esto implica que sólo 1 de cada 6 dólares que llegan de inversores del extranjero se destina a la economía real, mientras que el los 5 restantes se emplean en la compra de Lebac, acciones, bonos y fondos comunes de inversión, entre otros activos locales. Se trata de una tendencia que va aumentando con el correr de los meses. En septiembre, según el documento del Central, se alcanzó un pico de diferencia: la entrada de dólares para especular fue 30 veces mayor respecto de las divisas anotadas para sectores productivos, que generan trabajo y actividad.
Estos recursos que llegan del extranjero para desembolsarse en el sistema financiero explican parte de la burbuja que se generó con las Lebac a partir de 2016. Las letras de la autoridad monetaria ya representan una deuda de más de 1 billón de pesos para el país y generan una carga de intereses de 750 millones de pesos diarios.
El informe de Balance Cambiario registró otros elementos interesantes para entender los desequilibrios y desafíos que enfrenta la economía. La autoridad monetaria precisó que de los principales 10 sectores productivos hay 7 que están aumentando su nivel de importaciones a ritmos de dos dígitos. La industria automotriz incrementó el pago de importaciones en un 10 por ciento en septiembre respecto de igual mes del año pasado. La rama del comercio anotó un avance del 27 por ciento, en tanto que las subas fueron del 28 por ciento en alimentos, del 50 por ciento en metales comunes, del 7 por ciento en industria textil y cuero y del 2 por ciento en maquinarias y equipos, entre otros. En los únicos sectores en los que bajó la importación fue en industria química, caucho y plástico (-2 por ciento) y en energía (-14 por ciento).
Otro de los elementos relevante del documento del Central es el comportamiento de los bancos. La posición general de cambios de las entidades financieras, que registra la cantidad de divisas que tienen los bancos en cuentas propias, sumó en 3548 millones de dólares en septiembre. Se trata de una de las cifras más elevadas de los últimos dos años y supera en un 80 por ciento el promedio de divisas que mantuvo la banca entre sus activos en 2015 y 2015. En esos años hubo regulaciones que limitaron la capacidad de divisas que podían tener las entidades financieras en relación con su patrimonio. Se trata de controles que fueron desarmados a partir de 2016 y permitieron a la banca avanzar en una estrategia de dolarización.