El año pasado se registró un boom de las energías renovables que permite incluso anticipar que las ambiciosas metas globales en esta materia para el año 2030 podrían no estar tan lejos, indica un reciente informe de la Agencia Internacional de Energía. Esta dinámica obedece a la paulatina descarbonización de las economías desarrolladas, lo cual es una buena noticia para la lucha contra el cambio climático, aunque también implica un aumento de la presión extractivista de minerales en países en desarrollo.
A nivel global, en 2023 la incorporación de capacidad de energías renovables aumentó casi un 50 por ciento respecto del año previo, la tasa de crecimiento más rápida de las últimas dos décadas. "Si bien los aumentos de la capacidad renovable en Europa, los Estados Unidos y Brasil alcanzaron máximos históricos, la aceleración de China fue extraordinaria. En 2023, China puso en funcionamiento tanta energía solar fotovoltaica como el mundo entero en 2022, mientras que sus plantas de eólica también crecieron un 66 por ciento interanual", detalla el reporte de la organización.
A este ritmo, se prevé que la capacidad renovable mundial alcance los 7300 GW para 2028, con lo cual la capacidad total se multiplicaría por 2,5 veces para 2030. Esto conlleva varios "hitos" en el avance del sector. Por ejemplo, 1) el mundo está en camino de agregar más capacidad renovable en los próximos cinco años de la que se ha instalado desde que se construyó la primera planta comercial de energía renovable; 2) en 2024, la energía eólica y solar fotovoltaica generarán juntas más electricidad que la energía hidroeléctrica; 3) en 2025, las energías renovables superarán al carbón y se convertirán en la mayor fuente de generación de electricidad; 4) la energía eólica y solar fotovoltaica superarán a la generación de electricidad nuclear en 2025 y 2026, respectivamente; 5) en 2028, las fuentes de energía renovables representarán más del 42 por ciento de la generación eléctrica mundial.
Quiénes
China es un actor decisivo en la cuestión energética: por su dimensión, mueve la aguja de las emisiones de gases de efecto invernadero, aunque al mismo tiempo avanza a pasos agigantados en materia de descarbonización y se espera que alcance su objetivo nacional en materia de energía eólica y solar fotovoltaica en 2024, seis años antes de lo previsto.
En tanto, Estados Unidos, la Unión Europea y Brasil son los otros grandes impulsores de las renovables. En el país del norte, las renovables crecen de la mano de la política industrial contenida en la Inflation Reduction Act, mientras que en la Unión Europea y Brasil, sobresale el avance de las pequeñas instalaciones solares en los hogares.
Precios
El enorme presupuesto que los países industrializados están poniendo a disposición de la inversión en el sector renovable viene produciendo una constante baja en los costos de producción. Sólo en 2023, los precios al contado de los módulos solares fotovoltaicos disminuyeron casi un 50 por ciento interanual.
Actualmente el 96 por ciento de las instalaciones solares fotovoltaicas a gran escala recién instaladas y la capacidad eólica on-shore tiene costos de generación eléctrica más bajos que las nuevas plantas de carbón y de gas natural. Asimismo, tres cuartas partes de las nuevas plantas eólicas y solares fotovoltaicas generan energía más barata que las instalaciones existentes basadas en combustibles fósiles.