Trabajadores y trabajadoras de los hospitales Melchora Figueroa de Cornejo, de Rosario de la Frontera, y Joaquín Castellanos, de General Güemes, se manifestaron ayer reclamando mejores ingresos y la regularización del vínculo laboral que mantienen con esos establecimientos de salud públicos.

En el primer caso, Mario Rodrigo Gramajo, trabajador monotributista, decidió encadenarse ayer en un banco ubicado en el acceso al hospital del sur salteño. Aunque horas más tarde fue retirado por la fuerza pública, Autoconvocados de Salud de la provincia dedicieron apoyarlo y lo trasladaron anoche desde Rosario de la Frontera hasta la ciudad de Salta, donde tiene previsto iniciar hoy una huelga de hambre en la céntrica plaza 9 de Julio. 

Gramajo representará en su protesta a alrededor de 40 trabajadores precarizados que, como él, mantienen un vínculo laboral bajo la figura de "prestación de servicios" con el hospital de Rosario de la Frontera. En diálogo con este medio, explicó que tanto él como sus compeñeros son monotributistas y facturan en función de un cupo de horas asignado. El gerente del hospital, Miguel Astudillo, dijo luego a Salta /12 que a esa contraprestación que mantienen con los trabajadores como Gramajo, la solventa totalmente el hospital público salteño. Lo hacen con fondos que generan por la suma de cápitas de obras sociales, del PAMI y el Plan Sumar, los dos últimos derivan de fondos nacionales.

En el segundo caso, Valeria Karina González, del hospital público de General Güemes inició el reclamo en las puertas del Centro Cívico del Grand Bourg aen la ciudad de Salta y participó luego en un encuentro que mantuvieron trabajadores precarizados de ese hospital público con el secretario de Servicios de Salud de la provincia, Adrián Rúa. El funcionario prometió que a más tardar el viernes próximo, acercará respuestas al petitorio que entregaron los precarizados del Hospital Castellanos. Es un listado compuesto por cuatro reclamos que presentó el grupo de precarizados de la salud guemenses que llegaron a Salta capital representando a 160 trabajadores y trabajadoras.

González dijo que el vínculo que los une con el Hospital Castellanos se denomina "contrato ministerial" y que, pese a que es el Ministerio de Salud quien paga sus horas asignadas, actualmente sus ingresos no son suficientes para cubrir la canasta básica total, que el  pasado 16 de enero el INDEC ubicó en 495.798,32 pesos. "Nosotros no llegamos a cobrar ni 200 mil pesos", reclamó. "Yo simplemente soy una mucama, no pretendo cobrar como un médico", se explayó. "Busco cobrar acorde a la situacion inflacionaria que todos estamos atravesando", dijo. Criticó luego la diferencia que existe en el valor que paga el Ministerio de Salud por hora de trabajo. "Hoy nos dimos cuenta la enorme diferencia entre Capital e interior. No puede seguir existiendo. Es inaudito", expresó.

La trabajadora mencionó además que en la reunión de ayer presentaron cuatro reclamos puntuales. Uno vinculado con las designaciones pendientes, que fueron congeladas después del cambio de mando en el Ejecutivo nacional. Otro se relacionó con las resoluciones administrativas que sí se formalizaron antes de diciembre de 2023, pero que aún el Ministerio de Salud adeuda entregar a los y las trabajadoras. Luego vino el reclamo vinculado a los ingresos, en el que solicitaron que se equipare la hora de los precarizados con el costo de la hora laboral que rige actualmente para el personal de planta. En ese punto, insistieron con el tratamiento igualitario entre quienes trabajan en Salta capital y quienes se desempeñan en establecimientos del interior salteño.

Sobre el encuentro, González mencionó que los funcionarios de la cartera de Salud les explicaron que el Estado provincial "se encuentra realizando un enorme esfuerzo" para "mantenerlos con una relación laboral" porque "la orden de Nación era desvincularlos a todos". 

El gerente del hospital de Rosario de la Frontera, Miguel Astudillo, planteó algo similar. "Me reuní con el secretario de Gestión Administrativa", Adrián Rúa, "y entendió que todas esas personas", el grupo de casi 40 trabajadores que visibilizó Mario Gramajo ayer, "hacen funcionar al hospital", detalló Astudillo a Salta/12. Dijo que antes de finalizar 2023, el hospital inició "un expediente para que el Ministerio les otorgue un soporte mas formal" y que la cartera de Salud analiza "la figura mas adecuada, alguna forma de contratación que mejore su situación". "La función era darles de baja", se sinceró, "pero entendieron que esos trabajadores conformaban una masa crítica muy importante para el funcionamiento del hospital y nos permitieron sostenerla".

"Entendemos que lo que cobran esos trabajadores es un monto muy bajo, porque depende de cuanto recupera el hospital", continuó Astudillo. "Ese dinero ha sido siempre muy flaco, porque no hubo política de recupero de costos", dijo. Adelantó que conformó un equipo para mejorar ese sistema, que depende de trámites administrativos que hasta el momento el hospital no realizó con la eficiencia necesaria. "Llegué hace mes y medio, e inmediatamente me enfoqué en generar un equipo de trabajo orientado al recupero de costos", dijo. "Los procesos administrativos no estaban bien desarrollados", insistió, "porque el Ministerio (de Salud) cubría las necesidades del hospital. La situación cambió dramáticamente", dijo en alusión al contexto nacional con alta inflación y ajuste. "Hay un montón más de dinero que puede llegar con una mejor gestión", opinó.

Astudillo aclaró que la estrategia de recupero no pasará por el cobro de aranceles, como ocurre con el Hospital público San Berbardo, ubicado en la ciudad de Salta. "No podemos, porque es el único servicio de salud en Rosario de la Frontera. No hay otra opción para la gente, no hay chance ni privada ni otra de salud pública", detalló. Sobre los trabajadores de este hospital que continuarán con el reclamo por mejoras en sus ingresos, insistió en que es "prioridad mejorar su situacion", aunque para ello "necesitamos mejorar los ingresos del hospital". La meta es "pagarles más", lo que significará, "igualar los valores que paga Provincia". 

"No queremos que nadie quede sin un trabajo", cerró el gerente del Hospital de Rosario de La Frontera: "los necesitamos muchísimo y entendemos claramente su situación. Estamos abocados a mejorarla", insistió.