En su editorial de este martes 23 de enero, el periodista y conductor de La Mañana, Víctor Hugo Morales, analizó el rol de José Luis Espert en el Gobierno y cuestionó el rol antidemocrático de los diferentes miembros del Gobierno. “El daño a la democracia ha sido el vía libre para cualquiera”, aseguró sobre la actual gestión de La Libertad Avanza.
El editorial de Víctor Hugo Morales
¿Cómo aparece José Luis Espert en nuestras vidas? ¿No alcanza con Lilia Lemoine, la hermana de Milei, y los perros de Milei? ¿Por qué nos pasa todo esto?
Es un declive que deja de ser gracioso cuando se aprecia el daño que hacen. Salvo los perros, pobrecitos, estos personajes no serían aceptados en un sainete.
Espert fue al Congreso, pegó un manotazo al micrófono y se proclamó presidente de una comisión. Después, le cerró el micrófono a quien se le dio la gana.
¿Ningún diputado se paró en la mesa con un megáfono y le dijo 'salí de ahí, pedazo de narco'? El tipo se paseó con el avión de un narco, manso hizo su campaña, y se bajó lo más campante.
Solo tuvo la mala suerte de que Miguel Ángel Pichetto le había aflojado a los inmigrantes y al conurbano y se la agarró con él. Por suerte, porque fue la denuncia más enfática que hubo sobre las andanzas de este personaje.
El daño infligido a la democracia ha sido el vía libre para cualquiera. A veces se asustan, me parece, un poco Clarín y La Nación. 'Se nos fue la mano', parecen decir.
Pero, después lo piensan mejor y les resulta mejor Lemoine que la señora patagónica; Espert que Kicillof, por ejemplo; y ahí reaccionan y se felicitan.
Espert es presidente de algo en el Congreso. Y se da unos aires increíbles. Hasta que lo cruza Grabois, lo cual ya es más serio que Pichetto, y nos despabilamos de nuevo.
Por lo menos para decirnos 'que chanta que es Javier Milei cuando habla del narcotráfico' y 'qué afrenta a la inteligencia que es Patricia Bullrich cuando habla del narcotráfico' si tiene como uno de sus principales aliados a ese personaje.
Pero no es Espert el asunto, no es Lemoine, o marrita, o el vocero, o el pibe troll. El tema es cómo llegamos a esto. Cómo llegaron ellos a nuestras vidas. Ladran, dice Milei. Y es lo único cierto.